Ya va llegando el verano… La playa empieza a llenarse y va desnudándose de la calma y la serenidad con la que se viste en invierno…Mi condición de urbanita se ve acentuada cuando hablamos de huertos, de campos y de montañas. Me he ido acercando a ellos con la edad y por la convivencia y sigo aprendiendo pero…no soy tan urbanita cuando hablamos del mar…
Éramos urbanitas entre semana, pero el fin de semana y los largos, largos veranos (de junio a septiembre) , nos convertíamos en habitantes de un pueblo costero…
La playa y el mar han sido una constante en mi vida. Recuerdo los veranos de mi infancia, subidos en una barquita, bordeando las costas de Garraf, mientras los adultos se lanzaban a la caza del mejillón y el pulpo (con la redecilla anudada a la cintura y un machete) y los niños, jugábamos a tirarnos de la barca, a bucear con las gafas, a nadar entre las olas…Siempre, eso sí, con mucho respeto por el mar (también nos encontramos con oleaje y barca volcada y servicio de emergencia al rescate)…
Con lo que yo era en alta mar! ; – ) Un kit-Kat : Después de ver la película de “Tiburón”, todo cambió ( maldigo a Spielberg por quitarme la inocencia marinera) y cada vez que me tiraba al agua, no podía evitar pensar en todo lo que habitaba por debajo de mis pies, a muchos metros por debajo…De repente, una corriente de agua fría llegaba a mis piernas, y me convertía en la nadadora más veloz del universo rumbo a la barca. Si alguien tatareaba la melodía de la peli, ya lo que iniciaba era una propulsión acuática tipo cohete (que viene a ser “salir disparada”) …
Un trauma, vamos.
Aún hoy, confieso, me produce un cierto repelús…
(Rectifico : m-u-ch-o repelús.)
Ir a la playa (menos en Agosto, irónicamente que es cuando más puedo) me reconforta. Me “limpia” y me ubica. Está llena de recuerdos felices, de costumbres, de aromas y sabores. Y…Es tan grande, tan magnífica que, cuando me planto en la orilla y miró el horizonte, con el mar también enorme delante de mí, me recuerda lo que soy, lo pequeña que soy, lo insignificante que soy…Y en vez de empequeñecerme aún más, me descubro agradeciendo poder disfrutar de esa maravilla, de la playa, del mar…de toda su grandiosidad. Entonces…yo me hago grande.
NB 1 : Arte en la playa de Andrés Amador ( San Francisco)
NB2 : Este mediodía he estado en la playa. He visto latas de refrescos y algunos plásticos. Gente ( mucha, por cierto) fumando y apagando las colillas en la arena… Habría que recordarles que son muy, muy pequeños. Insignificantes y que no tienen derecho a ensuciar algo tan…enorme. Espero que Neptuno, les mande a un grupito de medusas, especialmente irritantes…