Revista Libros
Tengo esta reseña pendiente desde verano pero primero se me olvidó que no la había hecho y después no encontraba tiempo para ello. Fue la escogida en el Club de Lectura Cargada de Libros y aunque no soy muy fanática de la novela policiaca, lo leí porque decían que era una novela de calidad y prometía un final inesperado. Tengo que decir que me he encontrado ante una novela buena, con no muchos clichés y con personajes bien construidos; en eso no hay pegas. Sin embargo, como siempre me pasa con este género, no me acaba de entusiasmar en versión libro, y me explico: las películas de detectives o asesinatos me suelen entretener en menor o mayor medida pero los libros sobre este tema, no, me aburren un poco (menos los de Larsson o alguno de Lorenzo Silva, la verdad). Este es el segundo libro de Domingo Villar en el que aparecen los mismos detectives: Leo Caldas, un tímido y callado policía gallego que tiene una vida un poco solitaria y que está dedicado en cuerpo y alma a su oficio. Y su ayudante, Rafael Estévez, policía aragnés con un carácter totalmente diferente al de su jefe: echado para adelante, impetuoso y con un carácter más "gracioso". Rafa me ha resultado un personaje muy majete, y aunque no tenga mucho peso en la novela me ha resultado más interesante que el protagonista principal. En este libro tienen que resolver un caso en Vigo en el que un pescador, Justo Castelo, ha aparecido muerto en la costa, atado de manos. En principio todos creen que se ha suicidado ya que el hombre había tenido una vida dura, pero Leo Caldas y su compañero no se quedarán solo ahí, rascarán la superficie para averiguar quién ha sido el asesino de Leo, y casi sin quererlo descubrirán otros hechos truculentos que acontecieron en este pueblo de Galicia hace ya bastante tiempo.El punto fuerte del libro es lo bien emplazada que está la novela. El autor llega a transmitir perfectamente el entorno en el que están, Galicia, y lo hace mediante la descripción de las comidas que consumen (se te cae la baba), la canción que silbaba el fallecido (La canción de Solveig, preciosa) y con la descripción de la geografía de una de las partes más bonitas y verdes de España. También es un acierto que no se intuya para nada cuál va a ser el final, Villar lo resuelve muy bien todo al final. Por otra parte, y esto ya es cosa mía, no me he involucrado en la investigación y los personajes no me han acabado de "enamorar" así que, sí, una novela aceptable, pero para mí, una novela más de investigación. Nota: 6 Lo mejor: El entorno de la novela, lo bien que imaginas el lugar, las gentes, la comida... Lo peor: Nada reseñable, la causa de que no tenga mejor nota es puramente personal, me va más otro género de novela.