La población gay excluida de donar sangre

La razón de fondo de la Justicia europea que excluye a los gays de donar sangre: sus conductas de riesgo. Francia es la clave: entre 2003 y 2008 "los hombres que han tenido relaciones sexuales con otros hombres constituían la población más afectada por la contaminación por el VIH, en un porcentaje 200 veces superior al de la población heterosexual francesa", dice la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Todo se hace para garantizar un alto nivel de protección de la salud de los receptores. El fallo da respuesta así a una cuestión judicial planteada por una corte administrativa de Estrasburgo, en Francia, después de que un médico rechazase a un donante francés que había mantenido relaciones sexuales con otro hombre. Cabe recordar que el derecho galo excluye permanentemente de la donación de sangre a los hombres que han tenido relaciones homosexuales.>
No se trata de discriminación sino de conductas de riesgo. Es la propia Francia, con la izquierda en el poder, la que justifica esta decisión. Los argumentos, que la sentencia también asume, son que en Francia se han constatado dos hechos: el primero, que en general los homosexuales (no así las lesbianas) son en una proporción muy elevada generadores de conductas de riesgo; y segundo, que los gays franceses tienen esta conducta más acentuada que otros colectivos homosexuales.   "De entre todos los países de Europa y de Asia central, Francia es el que presenta una mayor prevalencia del VIH en el grupo de hombres que han tenido relaciones sexuales con otros hombres", detalla el fallo.  "En ese mismo periodo, estos últimos constituían la población más afectada por la contaminación por el VIH, en un porcentaje 200 veces superior al de la población heterosexual francesa", concluye la sentencia.
Pero no solo en Francia, también en España, se sigue bajando la guardia ante el incremento del sida, y se sabe que en 2014  más de la mitad de los nuevos casos eran debido a relaciones sexuales entre gays
 Evidentemente, estas conductas de riesgo no pueden atribuirse a todo el colectivo gay, pero sí a una buena parte de ellos; y que son apoyados por la posición política y la cultura que difunden determinadas organizaciones del homosexualismo político.