El 31 de Octubre Rusia y Ucrania han llegado a un acuerdo acabar con la guerra del gas, Ucrania tendrá que pagar antes de finales de año 3.100 millones de euros debido a los atrasos. Además se acordó rebajar el precio del gas hasta los 385 dólares por cada mil metros cúbicos,antes les costaba 100 dólares más. Según cálculos de Rusia, Ucrania va a tener que pagar 1.600 millones de euros para poder abastecerse este invierno, para ello Ucrania ha pedido un préstamo a la UE que lo valorará junto con el FMI.
A raíz de esta noticia quise averiguar los datos sobre la pobreza energética en Europa y en España. En Europa 50 millones de personas se ven afectadas por este problema mientras el precio de la energía no deja de aumentar pese a la liberalización del sector. El problema es que no existe una política común para solucionar este problema.
Cómo podéis apreciar en la gráfica, en España el precio de la luz no es precisamente barato, de hecho en los últimos años es de los países europeos donde más ha aumentado. Esto, junto a la crisis, ha provocado que 7 millones de españoles estén en riesgo de pobreza energética según datos de 2012. Somos por tanto el cuarto país con más afectados por este problema por debajo de Italia, Reino Unido y Polonia. Por lo tanto no quiero imaginar los datos para este invierno.
Un 30% de las muertes adicionales que se producen en invierno se pueden atribuir a la mala climatización, este dato según la OMS suponen unas 7.200 muertes en España. Uno de las causas en España es por la mala calidad de las viviendas, durante el boom económico, cuando la electricidad era barata y los sueldos eran muy altos esto no importaba, pero ahora pasa factura. No existía una normativa sobre eficiencia energética, por lo tanto esto supone otro problema para España y su deuda, ya que obliga a importar un 77% de la energía que consumimos, lo que supone unos 60.000 millones de euros.
La pobreza energética se mide si se gasta más de un 10% de la renta familiar anual en el suministro energético, como la iluminación, el gas, el consumo de aparatos domésticos, el calentamiento del agua y el cocinado de alimentos. El problema es que el bono social que existe en España, que ofrece un 25% de descuento sobre la tarifa regulada, solo se aplica en aquellos que usan la calefacción eléctrica. Aunque muchos españoles usen el gas y no siempre se benefician de éstas ayudas quienes realmente lo necesitan.
¿Qué medidas podrían tomarse?
Es obvio que en España hace falta actuar ante este problema. El objetivo del Gobierno del PP es tratar de reducir el precio de la energía y mantener las bonificaciones actuales que no son muy efectivas. Sinceramente tampoco me sorprende, estas medidas van en la linea de actuación del PP.
Por otra parte IU propuso en el Congreso que se prohiba cortar la luz, el agua o el gas en invierno, un 60% de los países de la Unión Europea disponen de una medida similar. Esta medida fue rechazada por el PP en el Congreso, pero además IU propone renacionalizar el sector energético e aumentar la inversión en las energías renovables.
El PSOE recientemente ha propuesto crear una tarifa social para “aquellos que no superan unos umbrales de consumo y que son preceptores de pensiones mínimas o no contributivas, familias con todos sus miembros en paro y quienes tengan una renta familiar per cápita inferior al 75% del Salario Mínimo Interprofesional, derecho a percibir ayudas económicas públicas o sean familia numerosa.” A través de esta tarifa social que garantice un mínimo para cubrir las necesidades domésticas básicas. Además de ir sustituyendo paulatinamente el carbón y las nucleares por las renovables.
Pero esto no es lo único que se puede, hay muchas otras medidas posibles y para debemos observar que medidas se toman en Europa. En Bélgica y Austria existe una consultora energética gratuita para personas en riesgo de exclusión social. En Bélgica es público, pero en Austria lo realiza una empresa privada.
Otra medida que llevan a cabo en Francia es obligar a invertir en mejoras de eficiencia energética. En Reino Unido en cambio se conceden ayudas 1.500 libras para invertir en mejoras energéticas en la propiedad. Además otros países conceden ayudas financieras directas o IVA reducido para los clientes vulnerables. Además muchos informes destacan la importancia de informar a los clientes sobre la potencia que deberían contratar.
Una medida que considero muy interesante y prioritaria es incentivar el autoconsumo en las viviendas a través de energías renovables y la renovación de ventanas. Cómo expliqué antes, muchas viviendas construidas durante la burbuja inmobiliaria no son eficientes energéticamente.
Sin duda lo que está claro es que hay que tomar medidas de cara al invierno y no solo aquí en España, sino a nivel europeo, es un problema que afecta a toda Europa junto a la gran dependencia exterior en materia energética. Probablemente haya más posibles medidas a tomar que se me hayan pasado desapercibido y estas medidas no son la panacea, quizás no logran acabar con la pobreza energética, pero está claro que la inacción no solucionará nada.