El informe elaborado por la Fundación FOESSA "Exclusión y desarrollo social 2012" muestra que la pobreza en España es "más extensa, más intensa y más crónica que nunca".
España es uno de los países europeos con mayor tasa de pobreza, superada ligeramente por Rumanía y Letonia. En España hay más de 11,5 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusión social. Un 22% de los hogares españoles viven por debajo del umbral de la pobreza y otro 25% está en situación de riesgo.
Hay, además, que tener en cuenta que el umbral de la pobreza, que se calcula en base a la renta media, ha bajado en los últimos años: desde los 8.000 euros de 2009, a los 7.800 euros de ahora. Ello muestra que hay más pobres y que éstos son más pobres que el año pasado y quién sabe si lo serán aún más el año próximo.
Y la curva desdencente del "estado de bienestar" seguirá bajando y bajando porque ya hemos visto, a la par que padecido, que la receta alemana de la austeridad, de los recortes salariales y de los "pensionazos" no resuelve los problemas y en todo caso los aumenta.
Muchos economistas llevan anunciando hace muchos meses que nos dirigimos a un callejón sin salida y que la combinación de austeridad y desempleo es el camino más rápido para llegar a la recesión. Sus previsiones, lamentablemente, se están cumpliendo.
Hoy, en Madrid, hay una mesa redonda muy interesante sobre las tesis de izquierda que defienden que "hay otras alternativas para salir de la crisis". De ello ya ha hablado mi amigo Rafa en su blog, con el que iré a la reunión. El debate versará sobre el libro "Hay alternativas", que ya hace muchos meses recomendé en este blog, lectura como ya dije, para mí imprescindible. No es un brindis al sol como nos tienen acostumbrados los ministros peperos, sino que hacen 115 propuesta concretas mostrando que hay recetas diferentes a las recetas de la Troika que aún no ha comprendido que los problemas de la deuda, del desempleo y del déficit sólo se superarán con crecimiento económico.
Si las políticas no se cambian, si no se incentiva el consumo, si no se fortalece la inversión pública, la pobreza y la exclusión social, tanto en España como en Europa, seguirá aumentando de forma acelerada.
Día a día vemos cómo se recortan derechos sociales básicos que tanto y tanto esfuerzo han costado conseguir. Contra ello deberemos luchar y en esa lucha no podemos desfallecer. Vemos cómo los responsables del gobierno de turno, se ponen nerviosos cuando la calle la hacemos nuestra.