La poderosa agricultura europea es un documental que aborda la práctica de la Unión Europea de subvencionar su agricultura para competir en condiciones ventajosas con los países del tercer mundo. En el documental también son expuestas las consecuencias que se derivan de esta estrategia comercial para los países subdesarrollados en costes sociales, laborales y migratorios.
Con unos productos agrícolas a precios menores que su coste de producción, Europa inunda los mercados de países cuya agricultura es sostenible, y acaba haciendo inviables los mercados internos de países cuyo tejido agrícola y social es gravemente afectado.
En el documental aparece reflejado entre otros el caso de Ghana, un país que hace años era auto-suficiente alimentariamente, y en un intento de protegerse de la invasión de productos europeos decidió establecer aranceles a los productos foráneos. Organismos internacionales que velan por el buen funcionamiento de la economía como el FMI y el Banco Mundial dictaminaron que esto iba contra las leyes del mercado y obligaron al gobierno de Ghana a eliminarlos.
Paradójicamente, la agricultura europea, que no deja de ser un sector fuertemente planificado económicamente, produce incluso más de lo que consume y exporta, y se ve en la obligación de destruir literalmente toneladas de alimentos al año.
Un problema añadido que se aborda en el documental es de la inmigración ilegal que Europa está tratando de combatir, a la vez que con sus políticas comerciales fomenta dicha inmigración.
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La poderosa agricultura europea from Josema Peaton on Vimeo.
Relacionado: Las subvenciones a la agricultura, donde se da cuenta de quienes se llevan la mayor parte de las millonarias partidas presupuestarias agrícolas de la Unión Europea, EEUU y otros países. No son agricultores en su mayoría, sino los explotadores consuetudinarios de los trabajadores, como por ejemplo la duquesa de Alba, Isabel II de Inglaterra, Joakim de Dinamarca, el príncipe de Mónaco, el duque de Westminster y toda esa ralea prescindible e improductiva.
* La Unión europea prohibió por vía judicial hacer públicos los nombres de quienes se benefician de las subvenciones agrícolas porque aunque pueda parecer una medida de transparencia democrática el conocer el destino de los dineros públicos, también supone “una lesión del derecho al respeto de la vida privada y a la protección de datos”. Por otra parte no han sido pocos los escándalos de corrupción asociados a este tipo de subvenciones.