La poética del espacio en el Castillo Interior

Hoy os presentamos un trabajo académico basado en la obra cumbre de Teresa de Jesús. Lleva por título: «El castillo interior, de santa Teresa de Jesús. Una lectura desde la poética del espacio». Es un Trabajo de Fin de Máster presentado por Raúl Ortiz Lazagabaster en la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad de Valladolid (2024-2025), bajo la dirección de la Dra. Patricia Marín Cepeda (Departamento de Literatura española y Teoría de la Literatura y Literatura comparada).

¿Cómo imaginar lo que no se puede ver? ¿Cómo dar forma a los espacios del alma? Estas preguntas atraviesan la obra teresiana, especialmente Las Moradas, donde la Santa construye una arquitectura imaginaria para explicar el camino del alma hacia la unión don Dios. Raúl Ortiz nos propone analizar estos espacios imaginarios utilizando las herramientas teóricas de Gaston Bachelard (La poética del espacio) y Gilbert Durand (Las estructuras antropológicas de lo imaginario).

El autor parte de una premisa sugerente: si el espacio se expande en los dominios de la imaginación, ¿cómo se configura ese castillo interior que Teresa propone como alegoría del alma? A lo largo de más de cien páginas, Ortiz Lazagabaster nos guía por:

• Los símbolos espaciales del castillo: puertas, habitaciones, rincones, jardines, fuentes…
• La dialéctica entre interior y exterior: lo íntimo frente a lo mundano, la luz frente a las tinieblas
• Las «deformaciones» del espacio: cómo el castillo se expande o contrae según el estado espiritual del alma
• Los símbolos acuáticos: fuentes, manantiales, pilones de agua como metáforas de los estados de oración
• La simbología imaginaria: desde las bestias ponzoñosas hasta la mariposa del gusano de seda

El trabajo revela aspectos interesantes de la arquitectura teresiana:

• El castillo tiene pocas puertas: solo tres fundamentales (la oración vocal, la oración de quietud, y la entrada al matrimonio místico)
• Apenas hay ventanas: solo dos en la séptima morada, porque el exterior es oscuridad y distracción
• No hay muros claramente definidos: las separaciones entre moradas son más espirituales que físicas
• El espacio es infinito y mutable: cada alma experimenta un castillo diferente según sus pecados y virtudes
• La luz aumenta progresivamente: desde la oscuridad de las primeras moradas hasta la claridad del centro donde habita Dios

Uno de los aciertos del trabajo es contextualizar la escritura vivencial de Teresa: una mujer que escribe desde la experiencia, que utiliza comparaciones cotidianas, que «descuida» a veces la alegoría del castillo para hablar del gusano de seda, que nos advierte constantemente de los peligros del demonio…

Como señala el autor, Teresa no construye un tratado arquitectónico perfecto, sino un espacio vivo, respirado, experimentado, donde los jardines, las fuentes y los caminos aparecen cuando el alma los necesita para comprender su proceso.

Este TFM nos ayuda a comprender:

• Cómo funcionan los símbolos espaciales en la literatura mística
• La relevancia de los estudios de imaginario para la literatura del Siglo de Oro
• La modernidad de Teresa como escritora que crea espacios literarios complejos
• Las posibilidades de aplicar la fenomenología del espacio a textos clásicos

Este trabajo está en acceso abierto en el repositorio de la Universidad de Valladolid: https://uvadoc.uva.es/handle/10324/79713

Se puede leer y descargar en este enlace.