Me han regalado el libro “El escritor en su paraíso” de Ángel Esteban (Esteban, 2014) y me parece una de esas rarezas que les gustan a los bibliotecarios y en general, a aquellos curiosos que leen y disfrutan conociendo detalles de la historia. En este magnífico libro podemos disfrutar de las curiosidades de escritores que trabajaron alguna vez en una biblioteca. Y uno de ellos fue, Stephen King.
Como nos cuenta Ángel Esteban, el escritor “comenzó a trabajar en la biblioteca de la universidad mediantes una beca. (…) Pasaba muchas horas repartiendo libros, recogiendo ejemplares para devolverlos a su sitio, vigilando entradas y salidas, etc.” Además junto con otros compañeros y amigos de propio King crearon un taller de poesía donde “antes de cada sesión se escribían los textos a máquina y se hacían copias para todos en el Departamento de Literatura o en la misma biblioteca. Así, cada uno podía seguir a diario el trabajo del resto de los participantes”. (Esteban, 2014)
King pasaría horas y horas en aquella biblioteca buscando y colocando libros. ¿Y cuántas veces nos ha pasado tener que ir al depósito a buscar el libro de turno y pensar que en la oscuridad de las estanterías se escondía alguien o algo?. Pues eso mismo pensó él y su hijo Owen lo sentía. Una especie de policía de la biblioteca que te buscaba si no devolvías los libros. Este relato está dentro del libro “Después de medianoche”.
El propio autor admitía: “Temía perderme entre las estanterías oscuras, temía ser olvidado en un rincón oscuro de la sala de lectura y quedarme encerrado toda la noche, temía a la vieja bibliotecaria de pelo azulado, gafas en forma de ojos de gato y boca casi sin labios que te pellizcaba el dorso de la mano con sus dedos pálidos mientras chistaba si olvidabas dónde estabas y empezabas a hablar demasiado alto”. (King, 1992)
Menos mal que los tintes han evolucionado y ya el pelo no se vuelve azulado o morado. Menos mal que los bibliotecarios ya no son viejos con gafas ni pellizcan las manos. Menos mal que los usuarios ya no nos ven de esa forma. ¿o sí?.
Lo cierto es que dicho libro es una buena lectura recomendada sobre el mundo bibliotecario mezclado con el terror.
Gracias a la evolución de esa señora mayor, podemos acceder al catálogo de la Biblioteca de la Universidad de Maine, sin tener que acercarnos a Estados Unidos. Encontraremos gran cantidad de documentación relativa a Stephen King con gran variedad de tipología documental. (Biblioteca de la Universidad de Maine)
Stephen King
También en su web podéis encontrar toda clase de información sobre el autor. (Stephen King)Animaros a leer el relato y lo comentamos en el blog. ¡Ay qué miedito!