«Una poderosa y delicada novela, de tintes orwellianos,
sobre el control social y la memoria»
“Una mañana de un día cualquiera, al despertar, algo se habrá esfumado de tu vida, dejando intacto lo demás, y, entonces, tan solo percibirás un tibio desajuste con respecto al día anterior.” [Pág. 9-10]
.
La policía de la memoria se desarrolla en una isla aislada del resto del mundo. La isla es lo suficientemente grande como para albergar un hospital, una universidad e incluso una empresa editorial, pero su comunidad es lo suficientemente pequeña como para que la gente pueda reunirse para eventos importantes. Como sus padres antes que ella, la narradora ha vivido en esta isla toda su vida y da por sentada su idiosincrasia.
En la pequeña isla se produce un misterioso fenómeno. Un día desaparecen los pájaros, al siguiente podría desaparecer cualquier cosa: los peces, los árboles… Peor aún, también se desvanecerá su memoria, al igual que las emociones y sensaciones asociadas a ellos. Nadie sabrá ni recordará entonces qué eran. Hay incluso una policía dedicada a perseguir a los que conservan la capacidad de recordar lo que ya no existe. En esa isla vive una joven escritora que, tras la muerte de su madre, intenta escribir una novela mientras trata de ayudar a su editor conocido solo como R, que está en peligro porque forma parte de los pocos que recuerdan. La secundará un anciano al que empiezan a fallarle las fuerzas. Mientras, lentamente, nuestra protagonista va dando forma a su novela: es el relato de una joven que acude a clases de mecanografía.
La Policía de la Memoria puede interpretarse como el futuro cercano hacia el que podemos dirigirnos: la sociedad de
la vigilancia, la manipulación informativa y el autoritarismo político. Sin embargo, la escritora concibió esta novela como una forma de mostrar su gratitud hacia una obra que la cautivó en la adolescencia, el Diario de Ana Frank. Su lectura le enseñó que una de las libertades de las que disponemos es la de expresar lo que hay en nuestro interior mediante la palabra: «Cada vez he sido más consciente de que me convertí en escritora porque leí el Diario de Ana Frank. En mi novela, el editor se traslada a su escondite en un día de lluvia intensa, igual que lo hizo la familia de Ana. A causa de la lluvia, todo el mundo camina rápido y mirando hacia abajo, por lo que no reparan en los que se apresuran a llegar al escondite. Escribí aquella escena como homenaje a Ana Frank».
La Policía de la Memoria se publicó originalmente en 1994, pero la novela se siente contemporánea, fresca y relevante. No hay marcadores culturales específicos en el texto, y la mayoría de los nombres de los personajes se abrevian como letras simples, un dispositivo que confiere un aire de atemporalidad a la historia.
Lee y disfruta de las primeras páginas de la novela.
La autora:
Yoko Ogawa (小川 洋子) (Okayama, 1962) ha ganado los más importantes premios literarios japoneses, incluidos el Akutagawa y el Tanizaki. Es autora de reconocidas novelas, como el célebre best-seller La fórmula preferida del profesor, que pronto publicaremos en Tusquets Editores. Yoko Ogawa estudió literatura en la Universidad de Waseda, donde recibió la influencia de autores como Mieko Kanai, Kenzaburo Oe y Haruki Murakami. También se interesó por la literatura extranjera, y le influyó particularmente el escritor estadounidense Paul Auster. Desde 1986, cuando inicia su carrera como escritora, los libros de Ogawa se convierten en grandes éxitos de crítica y público. Gran parte de su obra ha sido traducida a las principales lenguas occidentales.
La magistral novela La Policía de la Memoria quedó finalista del National Book Award 2019 y del International Booker Prize 2020, y ha sido considerada una de las mejores obras del año 2020 por The New York Times, The Washington Post, Chicago Tribune, The Guardian, Time, Financial Times, Esquire, Library Journal, Kirkus Review y LitHub.
El libro:
La policía de la memoria (título original: 密やかな結晶 – Hisoyaka na kesshō) ha sido publicado por la Editorial Tusquets en su Colección Andanzas. Traducción de Juan Francisco González Sánchez. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 400 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Para saber más:
Yōko Ogawa en Wikipedia