La polisomnografía es la prueba del sueño
El descanso es esencial para afrontar con optimismo la rutina diaria en especial, cuando además de trabajo tenemos que conciliar la jornada laboral con el cuidado del hogar y de la familia. La conciliación implica un esfuerzo añadido. Sin embargo, muchas personas tienen problemas de sueño. En algunas ocasiones, los problemas para dormir son consecuencia de una causa concreta, por ejemplo, en las grandes ciudades el ruido de la calle puede ser un problema durante la noche. Del mismo modo, también es muy incómodo tener un vecino ruidoso que pone la radio o la televisión a altas horas de la madrugada.
Más allá de estas circunstancias concretas, existen otras muchas razones que impiden el sueño reparador. De hecho, según algunos psicólogos aquella persona que es feliz con su pareja duerme bien por el contrario, quien se siente infeliz no descansa lo suficiente. El insomnio es un trastorno de sueño frecuente y habitual, por este motivo, algunas personas tienen que someterse a una prueba del sueño que recibe el nombre de polisomnografía.
Los pacientes acuden a dormir una noche al centro en el que se realizarán esta prueba. Mediante este proceso, los especialistas pueden analizar tu modo de dormir. En el momento inicial de esta prueba, los especialistas colocan al paciente una serie de electrodos en algunas partes del cuerpo, por ejemplo, el mentón, también en el contorno de los ojos y, por supuesto, en el cuero cabelludo.
Existen diferentes fases del sueño. Momentos de sueño profundo y otros ratos de sueño superficial. Por tanto, esta prueba proporciona datos sobre qué sucede en cada una de estas fases durante la noche. Información que es esencial para que el paciente pueda mejorar y descansar mejor.
En definitiva, mediante esta prueba el médico puede realizar un diagnóstico especializado y concreto. En este sentido, son frecuentes las apneas.
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