Comunicación y poder (Manuel Castells)
Hace unos días acabé de leer el último libro de Manuel Castell, (Comunicación y poder) que representa un lúcido ensayo sobre los cambios sociales que se están abriendo con las nuevas relaciones de intercomunicación de masas y los nuevas vías de conformación de la comunicación y el poder en las nuevas sociedades en red. Como Castells nos indica el poder se basa en el control de la comunicación y la información y nos presenta un nuevo enfoque para comprender el poder en la sociedad en red.La obra científica representa un extenso ensayo sobre las relaciones entre la comunicación y el poder y aporta un amplio repertorio de ideas y análisis que exceden de la aplicación concreta que ahora me interesa deducir y que a bien seguro volveremos en otras ocasiones. Pero, en este post me interesa destacar sus razonamientos para comprender lo que está pasando en el norte de África, en Túnez y ahora en Egipto, en torno al liderazgo de los jóvenes conectado por internet, a través de twiitter y otras redes sociales que están promoviendo la movilización política y social. Hoy sabemos que la sociedad en red es una estructura multidimensional e interrelacionada, y que las relaciones de poder han cambiado y ahora se construyen alrededor de la articulación entre lo global y lo local, y que el poder en la sociedad en red es el poder de la comunicación. En estos nuevos escenarios los jóvenes son los protagonistas privilegiados del entorno de la movilización social y política. Internet es la fuente de información clave para los segmentos más jóvenes de la población y que representan la principal base de los proyectos políticos proactivos e innovadores. Internet y los móviles se han convertido en un medio fundamental de comunicación e intervención para los movimientos de base y del activismo político en todo el mundo. Como nos dice Castells, una clave interpretativa se refiere a la apropiación de las tecnologías que hacen los individuos y los colectivos para satisfacer sus necesidades y la de sus culturas. En un mundo de valores y normas en constante cambio, en una sociedad de los riesgos, las personas que se sienten seguras y vulnerables como individuos han buscado refugio en las comunidades que responden a sus identidades. Estas comunidades, en ocasiones, en el plano político se convierten en trincheras de resistencia contra el orden social, que consideran extraño e impuesto a la fuerza, en un contexto en que las instituciones acostumbradas a dar seguridad (el estado, la iglesia y la familia) dejan de funcionar adecuadamente. Y de este modo, las redes de individuos se convierten en comunidades insurgentes. La política insurgente que movilizan los jóvenes es un proceso clave para conectar a los segmentos de jóvenes sin poder con los procedimientos del ejercicio del poder.Con el nacimiento de la autocomunicación de masas a través de internet, surgen nuevas oportunidades de cambio social en una sociedad que está organizada alrededor de una metarred de redes de comunicación electrónicas. Hoy ya sabemos que nuevas formas de vida social prevalecerán sobre las sostenidas en la sociedad posindustrial. Los jóvenes del mundo están considerando a la globalización desde un enfoque multidimensional en el que los mercados, los derechos humanos, las garantías medioambientales y un nuevo contrato social global que tiene que armonizarse y regularse en un nuevo sistema de gobernanza, y que necesitan aprender a vivir juntos en un mundo interdependiente que prevalecerá por encima de las multinacionales, los operadores financieros y los burócratas del nuevo orden global. Surge una nueva comunidad insurgente instantánea generada por los jóvenes que desafía al poder y exigen cambios sociales y políticos, ya que se consideran ciudadanos del mundo, que bajo el principio de cosmopolitismo tienen conciencia de un nuevo destino común del planeta. La cultura cosmopolita de los jóvenes se caracteriza por la hibridación y mezcla de cultura de distintos origen. Esta idea retomamos la noción de cultura-mundo de Guilles Lipovestky.Castells nos invita a todos a practicar la política de la insurgencia, participando en la producción cultural de los medios de masas y desarrollando redes independientes de comunicación horizontal, los jóvenes ciudadanos de la Era de la Información son capaces de inventar nuevos programas para sus vidas con los materiales de sus sufrimientos, miedos, sueños y esperanzas. Construyen sus propios proyectos compartiendo experiencias. Subvierten las prácticas de la comunicación tradicional ocupando el medio y creando el mensaje. Castells nos invita a practicar el pensamiento crítico cada día para ejercitar la mente en un mundo contaminado culturalmente. Nos sugiere conectar y desconectar. Desconecte lo que no entiende y reconecte lo que tenga sentido para ti. En fin, os invito a leer el libro de Castells para comprender mejor lo que se está gestando en la movilización a través de internet y las redes ciudadanas por parte de los jóvenes tunecinos, egipcios y pronto vendrán mucho más cambios sociales y político. Debemos estar despiertos y abiertos para comprender lo que vamos a llegar a vivir.Comunicación y poder (Manuel Castells)