El Súper comunica a Mortadelo y Filemón que se va a presentar a las próximas elecciones generales por el partido PEPERO (Pueblo al Poder Rompiendo Osamentas), a lo que el profesor Bacterio replica que él se presenta por el C.U.L.O. (Científicos Unidos Liberando el Orbe).
Al ver la situación Mortadelo y Filemón deciden presentarse por el PARTIDO MORTADELISTA FILEMONERO ESPAÑOL.
Todo el mundo en la T.I.A., del director al contable, se piensa presentar a las elecciones, por lo que empiezan las alianzas y propuestas de acuerdos…Mortadelo y Filemón intentarán atraer a Ofelia a su partido, pero con muy malos resultados.Todo esto y mucho más en la nueva aventura de los personajes de Francisco Ibáñez que, sin duda, nos ofrecerán la cara más divertida de la política en época de elecciones.Porque con estos dossiempre llega el escándalo(aunque en este casolo mismo estaba de antes…)No sé si tú ya has decidido a quién votar en estas próximas elecciones nacionales… yo sí, yo lo tengo decidido desde hace un par de semanas, porque voy a votar al PMFL, o lo que es lo mismo, al Partido Mortadelista Filemonero Español, un partido político nacido de la insigne y privilegiada pluma del gran Francisco Ibáñez y representado por los no tan insignes ni privilegiados ni nada de nada Mortadelo y Filemón, en un país en el que cualquiera puede montar un partido y creerse por unos días digno presidente del gobierno (si es que algún candidato puede serlo o si los que son presidentes son dignos o… me estoy metiendo en un charco, ¿verdad?), ¿por qué no iba un tebeo de Mortadelo a jugar con este asunto?
Y si vemos la tele de estos días yo creo que no va tan desencaminado el señor Ibáñez con lo que nos cuenta: un país en el que todos se creen capaces de entrar en el gobierno, en el que se rapiña hasta el último voto, en el que los candidatos son capaces de casi cualquier cosa y en el que este país parece un “todos contra todos”, porque eso es lo que nos cuenta este “¡Elecciones!”, un tebeo con el que veremos algunas viñetas realmente impresionantes.
A ver, no creo que nadie pueda poner en duda la diversión que hay detrás de un buen tebeo de Mortadelo, lo que sí que es verdad es que, hay tebeos mucho más brillantes que otros y este… al menos al principio, no es uno de los más brillantes que he tenido el gusto de leer. Seguro que hay muchos amantes de Mortadelo y Filemón, pero yo me cuento entre ellos, llevo más de 30 años disfrutando de sus viñetas, porrazos, ocurrencias y disfraces, así que suelo saber cuándo uno de estos tebeos es sencillamente genial o es divertido a secas… yo creo que en este caso tenemos un poco de cada, porque las primeras 30 páginas son divertidas pero normalitas… un poco más de lo mismo. Golpes por aquí, pullas por allá, Ofelia corriendo detrás de Mortadelo, el Súper pegándole al Bacterio, Filemón llevándose palos por todas partes… a nadie le voy a contar a estas alturas qué tiene un Mortadelo… eso sí, este tebeo empieza a funcionar en el segundo ámbito y a encuadrarse en el de tomo “brillante” de las aventuras de los peores agentes de la T.I.A (que me perdone Rompetechos, que aparece de forma ocasional en nómina) a partir de las páginas 33 y 34, que es cuando entran en acción los “personajes reales” y cuando Ibáñez nos vuelve a demostrar su inmensa capacidad para caricaturizar la realidad y para presentar una mirada “mortadelera” de todo cuanto nos rodea, a partir de ahí sí que estamos ante una de esas historias de Mortadelo y Filemón que nos van a hacer “descuajaringar” de risa.
Y es que a partir de ese momento vemos en acción a candidatos, ministros, presidentes… y es donde empieza la verdadera acción de un tebeo que me ha gustado mucho en sus últimas páginas, pero al que creo le cuesta arrancar algunas páginas más de lo normal. Creo que Ibáñez ha intentado dar una vuelta de tuerca a la historia, ha procurado evitar la fórmula habitual de “hay un enemigo que quiere realizar algo chungo, la T.I.A. es lo último que nos queda y sus agentes más reconocidos por los lectores (a poder ser con uno o varios artilugios de Bacterio) corren a deshacer el entuerto… provocándolo en el camino… pero la idea para esta ocasión, que me ha parecido muy inteligente, porque hay detrás una crítica a estas elecciones multitudinarias (o algo así), no es tan reluciente y divertido como otras veces.
Aun así os vais a reír muchísimo con esta nueva aventura de nuestros agentes secretos favoritos, el tebeo es divertido y al llegar al final… vais a alucinar, en especial hay una viñeta que podría resumir nuestras elecciones del próximo 20 de diciembre y que creo que es una de las más brillantes e inteligentes que Ibáñez ha dibujado en los últimos tiempos (aunque el Tesorero fue un bombazo).
Es cierto que, o eso creo yo, esta historia llega a rebufo del tremendo éxito de “El Tesorero” y que no tiene la gracia y el desparpajo (recordad, en las primeras páginas) que nos ofreció ese tebeo en concreto, pero las últimas 10 páginas son suficientes para disfrutar de esta nueva historia de nuestros personajes más reconocibles fuera de España en el mundo del tebeo.
No es genial, pero sí que tiene puntos geniales. Si tuviese que darle una nota le daría un 7. Echadle una lectura y me contáis.
Si queréis saber algo más...