Al final van a tacharme de cenizo. Cosa que no soy. O de agorero. Que tampoco. Tengo, tenemos, una tarea ingrata. Horadar la roca, gota a gota. Golpe a golpe. Verso a verso. Rogando a Dios. Partiendo el yunque con el mazo.
Retomé, tras unos meses en otros menesteres, mi habitual en este pequeño rincón de la Cumhuriyet Caddesi, con vistas a Taksim, frente al parque del 19 de mayo. La había repartido en otros medio, pero como El Almendro, oye. Pero en verano. Y tengo la sensación de haber estado aquí. Diciendo lo mismo ya.
Decir que los de Pableras serían peor que Atila, ya lo dicen muchos. Me parece rival de más enjundia Albert. Mejor peinado. Mejor porte. Decían que las elecciones las ganan los guapos. Y Albert me parece el que se lleva el gato al agua. Además está la ya proverbial ignorancia, fruto de la tergiversación, asentada en el inconsciente colectivo patrio.
Por partes. El ideario básico de Ciudadanos se nutre del liberalismo progresista y del socialismo democrático. O sea, socialistas. No lo digo yo. Lo dicen ellos. Otra cosa es que Rivera vista como las caras nuevas del PP. Que ahora voy. Pero no se esconden. Ellos mismos dicen que van a aumentar el gasto social, si les dejamos:
C's es el partido con el programa social más ambicioso y responsable http://t.co/uxjRIjlUDf
— Ciudadanos (@CiudadanosCs) July 23, 2015
Quitamos de aquí y de allá, pero lo volvemos a gastar por acullá. O sea, que al final de la partida, estamos como empezamos. No hemos mejorado nada.
No faltarán los que digan aquello de nosotros lo haremos bien. Adanes de pacotilla. Los buenos chicos de Ciudadanos son personas. Con sus intereses. Imposible alinearlos con los de todos sus votantes. Y meterán el zanco. Como todos. No por nada. Van sin coche. Pilotan socialismo. Y el socialismo no pilota. Ya lo dicen otros que saben más que yo. Y entonces ya no nos representarán.
Luego miras a para otro lado, y el PP de las 50 subidas de impuestos, el que pudiendo hacer lo que le diera la gana, con una mayoría apabullante en ayuntamientos, autonomías y el gobierno central, eligió el camino difícil, el del pesebre, el de la servidumbre, para retrasar la salida de la crisis. Mantuvo un Estado, ineficiente y mórbido, y retrasó los brotes verdes de las narices, cuando Irlanda u otros países ya mostraban el camino. Eso vuelve a ser socialismo.
Y no me hablen de las caras nuevas. De las peperas. 40 años de democracia demuestran que las caras nuevas se difuminan entre las órdenes del partido. Mariano desterró en Valencia a los liberales para ser transversal chupiguay. Y eso si lo ha cumplido. Hasta ahora no ha funcionado. Muchos que allí estuvieron lo comentan cuando se les pregunta. El PP es un partido colectivista más. Pruebas dan. Ellos mismos lo demuestran. Otro ingeniero social. Como los demás. Control de la educación. Adoctrinamiento. Grrr.
Lo que viene es lo que hubo. Lerma y Rita senadores. La regeneración. Podemos o Ciudadanos. O Compromís. Apretando más o menos el acelerador sociata. O sea, que la política que viene, es como la que teníamos. Algo más atomizada si quieren. Pero igual de empobrecedora. El socialismo empobrece. La libertad es prosperidad. Ya lo decían en el Partido Libertario. Lo decían, lo dicen. Y lo suscribo. Hay luz al final del tunel. Pero no se me apolillen.
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