Revista Diario

La posición de garante

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient
Cuando ocurren noticias como esta o esta, se me enciende la neurona jurídica que aún llevo dentro y lo primero que me viene a la mente es la figura de la posición de garante. 
Ya sé que es políticamente muy incorrecto sacarla a relucir cuando de la imprudencia o dejadez de unos padres sobreviene una desgracia, por pura compasión, pero llevo tiempo queriendo plantear el tema y, sobre todo, dar a conocer una figura que, aunque existe, creo que es una gran desconocida.
Un delito se puede cometer por acción (robar en una panaderia, por ejemplo) o por omisión. Los delitos por omisión se dividen en dos: omisión propia y omisión impropia. El ejemplo más claro de omisión propia es la omisión del deber de socorro; son delitos omisivos tipificados expresamente. Los delitos cometidos por omisión impropia son aquellos que no están tipificados por la ley, pero que surgen en virtud de un recurso interpretativo sobre los tipos de comisión propia. Esto ocurre, claramente, con el homicidio.
Os podeis imaginar que llegar hasta la interpretación de que se ha cometido un delito por una conducta omisiva no es sencillo y existen varias doctrinas al respecto, que no voy a resumir porque sería un aburrimiento. Además, es un territorio donde no está muy claro donde está el límite entre el Derecho y la moral.
Lo que significa la posición de garante es que hay determinadas personas que tienen la obligación de proteger un determinado bien jurídico. Los padres son garantes de la vida y la libertad de sus hijos, los cónyuges lo son el uno respecto del otro, el socorrista de la piscina tiene un obligación contractual con respecto a los usuarios de la misma, el conductor tiene una obligación legal derivada del vehículo que conduce...
Cuando pasó lo de Mari Luz Cortés creo que muchos pensamos ¿qué hacía una niña tan pequeña sola en la calle, yendo a comprar chucherías?. El mundo está lleno de peligros, tendemos a pensar que lo que sale en la tele sólo les pasa a los demás. ¿Y si nos pasara a nosotros?.
El padre de Mari Luz Cortés se ha convertido en un héroe ciudadano por decir lo que pensamos muchos  sobre el sistema penal español pero, curiosamente, nadie se ha atrevido a hacerle el más mínimo reproche, por lo menos no en los medios (en petit comité sí lo he escuchado varias veces). Sin embargo, en el caso del pitbull que recientemente mató a un niño, el padre ha sido imputado por homicidio imprudente, precisamente aplicando esta figura de la posición de garante.
Obviamente, ambos casos no son lo mismo. El padre de Mari Luz no podía saber que un asesino se iba a cruzar con su hija, pero sí podía pensar que su hija podría haber sido atropellada o podía haberse perdido o tener una mala caída. 
Simplemente lo planteo. 
Me parece durísimo que a un padre que acaba de perder a su hijo le imputen el homicidio del mismo. No me atrevo ni a pensar en el sufrimiento que puede estar teniendo esa familia. Incluso del cargo de conciencia que ya tendrán de por si, sin necesidad de imputación legal ninguna. Probablemente, ese peso tan grande sea castigo más que suficiente (si es que un castigo es necesario, que quizá no lo sea) y siento muchísima pena por ellos porque está claro que nadie hubiera deseado un final así y que de haberlo sabido hubieran tomado los precauciones necesarias.
Pero sí creo que es necesaria una reflexión por parte de todos porque la vida puede cambiar en un instante. Yo vivo en una zona con dos colegios y veo unos niños pequeñísimos yendo solos al cole y siempre que me los cruzo lo pienso, hay días que casi me han dado ganas de seguirlos hasta la puerta del colegio para asegurarme de que llegan bien. ¿La sociedad es consciente de que la responsabilidad que se tiene con respecto a los hijos no es sólo moral sino también legal?.
Hay un caso que por desgracia ocurre con cierta frecuencia. Que unos padres se olviden a su hijo dentro del coche y este muera por golpe de calor. ¿Qué hacemos?. ¿Castigamos a esos padres por homicidio imprudente?. ¿Es un olvido que nos podría ocurrir a cualquiera?. ¿Es ético procesar a unos padres por la muerte de su hijo, aun cuando ésta se haya debido a su propio descuido, olvidando que estarán destrozados por su propia culpa?.
Es un tema muy muy complicado. Yo no tengo una respuesta clara.
Me gustaría saber qué opinais y si conocíais que existe esta figura en el Derecho Penal español.

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