Muchas mujeres, incluyéndome, hemos tenido que sortear esa molesta e invasiva pregunta en algún momento de nuestras vidas, ya sea porque tenemos una relación larga y estable, porque venimos de una familia conservadora, porque estamos alcanzando cierta edad o por simple intromisión, pero ¿por qué esa pregunta resulta tan compleja?
Existen muchas razones por las que no queremos responder. La primera es que simplemente no queremos tener hijos y ésto nos hace ser juzgadas como malas personas, como si ser madre fuera la razón que valida nuestras vidas y el no querer ser parte de eso simplemente nos hace mujeres de menor categoría, pues no! Ser mamá aunque para algunos puede resultar hermoso tal vez para otros es el fin de su libertad, ya sea emocional, espiritual, física etc.
Otra de las razones por las que esa pregunta resulta incómoda es porque no todos son fértiles, no todos pueden concebir como si de plantar semillas se tratara… Conozco el caso de una amiga a la que todo el mundo le decia “Ey y tú cuándo vas a tener un hijo? Se te está yendo el tren” pero nadie sabía que mi amiga llevaba 6 años intentando y haciéndose chequeos médicos junto a su pareja, pero que sin embargo no podrían tener hijos. Cada vez que la gente le hacía esa pregunta el dolor volvía a ella y el mundo le hacía sentir que sin un hijo prácticamente no valía como ser humano.
En resumen, nadie debería meterse en algo tan íntimo como lo es la fertilidad de alguien, tal vez a veces la pregunta es hecha con la mejor intención, pero sea como sea nunca será bien recibida por la persona a quién se la formules porque los motivos que hay detrás nadie los conoce y nuestra pregunta realmente puede causar muchas heridas.