Revista Diario

La pregunta del millón: ¿Cuándo contar que estás embarazada?

Por Belen
Hoy he leído una publicación que hablaba sobre cuándo es conveniente anunciar el embarazo. Y me he quedado muda. No es la primera vez que leo algo relacionado con ese tema y me quedo sorprendida. Siempre leo u oigo la misma recomendación: esperar a que pase el primer trimestre.

La pregunta del millón: ¿Cuándo contar que estás embarazada?

Feto de 6 semanas

Y mi cabecita, que nunca para, comienza a dar vueltas. Entonces, si el embarazo fracasa en esas primeras semanas, ¿no duele?. Si sufres un aborto antes de que nadie lo sepa, ¿ya no lo cuentas?. Si algo malo sucede, ¿hacemos borrón y cuenta nueva como si nada?. 
Leo perlitas varias como "debido al riesgo cada vez más evidente de aborto ....." o "uno de cada tres embarazos acaban en abortos espontáneos.....". Eso, tratando el tema con tacto. 
Si tu embarazo fracasa en esas primeras semanas, y no lo has contado, ¿qué viene después?. Pues lo que suele pasar es que esa pobre pareja tiene que contar que habían conseguido un embarazo, por norma general muy deseado, y que han tenido la mala suerte de perderlo. Al final lo cuentan, pero con un final muy triste. 
Y es que vivimos en una sociedad donde parece que si se niega lo que sucede, ni duele, ni pasa. Y esto es un error, un grave error. La mujer se siente madre desde el momento que ve el positivo en el test de embarazo, y no pasa nada por salir al pasillo y contarlo a la vecina sino tienes a nadie más a mano. Un embarazo es un motivo de felicidad, una buena noticia. Por algo se le llama milagro, ¿no?. Entonces, ¿por qué esconderlo?, ¿por qué ocultarlo?. 
Creemos que si no lo contamos y pasa algo malo, dolerá menos. Siento deciros que no es así. Si tenéis la mala suerte de sufrir un aborto dolerá igual, es decir, muchísimo. 
Yo cometí ese error. En mi segundo embarazo, fruto del miedo tras mi primera pérdida, me negué a confesar mi estado. Solo mis padres y familia muy directa lo sabían en esas primeras semanas. Pero me vi obligada a contarlo en el trabajo pues tenía programado un viaje a otro país, y mi embarazo era de alto riesgo. Intenté ocultarlo lo máximo que pude. Recuerdo un día, estaba de 4 meses y vestía ropa muy ancha, se me notaba mucho. Una vecina me preguntó lo típico, "¿para cuándo el bebé?", y yo callé, tocando mi barriga, sintiendo a mi bebé, callé por miedo. Hoy pienso, ¿acaso no me hubiera destrozado perder en aquel momento a mi bebé?, pues sí, lo hubiera sabido la vecina o no. 
Así que amigas mías, futuras madres, no neguéis vuestra preñez. Si estáis embarazadas gritadlo a los cuatro vientos y sed felices por ello. Si hay que lamentar, ya se lamentará después. Pero disfrutad, sentiros orgullosas y ni se os ocurra privaros públicamente de un "sí, estoy embarazada" adornado de una espléndida sonrisa. 

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