La pregunta que hacen los pobres y la respuesta que dan los ricos

¿Eres desconfiado por naturaleza?

¿Dudas?

¿Te lo piensas bastante antes de hacer un gasto?

Si lo piensas, solo existen dos opciones en la vida:

• Confianza por defecto
• Suspicacia por defecto

Una cuesta dinero, la otra tiempo. Adivina cuál elige los ricos. Adivina cuál eligen la mayoría.

Si eres de los primeros, enhorabuena. Si eres de los segundos, gracias. Por dejarnos más al resto.

Qué vivan los preocupados por saberlo todo, los autoproclamados perfeccionistas y los que conforme leen esto tratan de convencerse de que algunos casos son excepcionales.

Los que no dejan hacer al resto, los de las preguntas interminables y los del «no me fío».

Los que tienen que controlarlo todo, los que hacen actos de fe y los que pasan la vida pensando que no se pueden permitir cagarla.

Porque para los que sabemos que el lujo es no hacerlo…

Es un regalo competir así…

Una putada vender…

Salvo cuando conoces una inusual técnica para generar una credibilidad sobrehumana en unos segundos.

No vuelvas a perder un venta que parecía perfecta:

Suscribirse Acepto la política de privacidad

La entrada La pregunta que hacen los pobres y la respuesta que dan los ricos se publicó primero en Luis Monge Malo.