Dijo Bob Woodward, antes de las últimas elecciones presidenciales, que Estados Unidos necesitaba la calma de Biden y no la rabia de Trump. Woodward, ganador de dos Pulitzer, es el autor del polémico libro Rage (Rabia), en el que revela que el todavía mandatario estadounidense minimizó a sabiendas el peligro de la Covid-19 como estrategia interesada. Y añadió entonces: “Biden es el tipo de persona que, en lugar de provocar rabia, genera calma. Si hubiera escrito un libro sobre él, el título sería ‘Sanación’; esa es su naturaleza y eso es lo que necesita el país”. En este nuevo libro, que salió a la luz el pasado septiembre y a las librerías españolas llegó el 5 de noviembre, Woodward acusa al presidente Trump de haber enviado señales contradictorias y de haber fallado a la hora asumir la responsabilidad en las muertes provocadas por el coronavirus.
Esta semana tuve oportunidad de hablar de Rabia en el transcurso de un coloquio telemático de carácter literario. Lo escogí como el libro del año 2020 que más me ha impactado. Editado en nuestro país por Roca Editorial, “la prosa de Woodward ofrece a los lectores esa fantástica sensación de asistir indirectamente a los acontecimientos, de estar ahí mismo con Bob, de ser testigo de las fanfarronadas y los enfurruñamientos del presidente”, según rezaba la crítica de su periódico de siempre, el Washington Post.
“Provoco rabia, no sé si es un activo o un riesgo, pero es lo que hago”, reconoció el propio Trump a Woodward, lo que llevó a este a titular como Rabia su nueva publicación, un libro que ha generado bastante polémica y que ha removido los cimientos de la Casa Blanca por sus fuertes críticas contra el máximo responsable de la actual Administración. Según Woodward, el todavía presidente conocía la gravedad que traería el coronavirus desde el pasado mes de enero y llegó a admitir incluso que le restó importancia “deliberadamente” como una argucia política. “Trump sabía entonces que el virus iba a sacudir Estados Unidos. Todos auguraban que iba a ser un desastre, pero él no lo quería hacer público. Lo ocultó”, ha reconocido Woodward.
En el libro sostiene que el asesor de seguridad nacional de Trump, Robert O’Brien, advirtió al presidente, durante una reunión en la Casa Blanca celebrada el 28 de enero, que el nuevo coronavirus iba a ser “la mayor amenaza de seguridad nacional” de su mandato. A otro asesor de Trump, Matt Pottinger, periodista con profundos contactos en China donde había sido corresponsal, le dijeron que más que como el síndrome respiratorio severo de 2003 (siglas SARS en inglés), esto sería como la gripe española de 1918, aquella que causó 50 millones de muertos a nivel mundial y, de ellos, más de 675.000 en Estados Unidos.
Diez días después de aquel 28 de enero, Trump habló por teléfono con Woodward y le confesó que creía que la situación era “mucho más grave” de lo que había admitido en un principio. “Esta decisión de ocultar la gravedad de la situación no solo tuvo impacto en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Si Trump hubiera hecho algo en ese momento se podrían haber salvado decenas de miles de vidas”, asegura el periodista. Y añade que la faceta más difícil de este presidente es que “nunca sabes cuándo está diciendo la verdad”. Recordemos que lo llegó a entrevistar hasta en 17 ocasiones distintas para escribir este libro, charlas que –algunas de las cuales- fue publicando en el Washington Post.
Hay pasajes en él que denotan la controvertida personalidad de Trump como pocos. En una de esas entrevistas con Woodward, el subsecretario de prensa los interrumpe diciendo:
—”Caballeros, nos quedan cinco minutos. El secretario del Tesoro espera”.
—”No pasa nada” —dijo Trump—. “Adelante. Me encanta este tío. Aunque escriba mierda sobre mí”, contestó en presencia del periodista.
Woodward se muestra también muy crítico con la gestión de Trump frente a la masiva ola de protestas contra el racismo que se desató en mayo, tras la muerte de George Floyd a manos de un policía blanco en el estado de Minesota. Explica que “nunca comprendió el problema de la desigualdad racial. Trump está totalmente alejado de la realidad de las personas de su país: de las minorías negras y de los más pobres”. Y concluye que lo suyo ha sido una pesadilla.
Rabia, que se sustenta en cientos de horas de conversaciones con testigos, correos electrónicos y documentos confidenciales, es el segundo libro que Bob Woodward publica sobre el actual presidente, dos años después de su gran éxito, Miedo: Trump en la Casa Blanca. Woodward es editor adjunto en el Washington Post, donde trabaja hace unos cincuenta años y desde donde ha informado sobre la ejecutoria de todos los presidentes estadounidenses elegidos desde Richard Nixon hasta Donald Trump. Ha sido galardonado con el premio Pulitzer en dos ocasiones: la primera, junto a Carl Bernstein, por destapar el caso Watergate, que acabó con la presidencia de Nixon, y la segunda, veinte años después, como responsable del equipo que cubrió para el Washington Post los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Aún sostiene que las mejores fuentes no son las voluntarias, sino las reclutadas. Que Internet ha infectado al periodismo, porque hoy todo se basa en la velocidad. Y que ningún presidente ha tenido una gran relación con los medios, porque la prensa siempre busca lo que se esconde.