Ayer hice ago bastante anacrónico. De hecho, muchas de mis costumbres lo son. Debería empezar a esforzarme en ser un tipo del siglo XXI tal y como reza el esterotipo de los chistes de Twitter que tanto plagian. Bajé a pasear al perro a mediodía (el bicho tiene necesidades) y aproveché para comprar el periódico. ‘El País‘ concretamente. Y lo compré en un kiosco, es decir, físicamente. Por dos euros con cincuenta céntimos pude llevarme a casa un montón de papel que, en su mayoría, tiraré hoy al contenedor y en el momento de comprarlo ya estaba obsoleto.
Al llegar a casa, abrí el periódico y me encontré con varios papeles de propaganda del propio periódico que me llamaron bastante la atención. El primero era una colección de CD-Roms de música que venderán por 5’95€ con el diario todos los domingos desde este, día 5, hasta marzo. Tiempo hay. Discos de grupos y cantantes españoles que han marcado España con sus letras y melodías. ‘El País de música‘ lo llaman. Un caramelo para que compres el papel, aunque lo tires. A este respecto me viene a la cabeza esa infame portada de ‘La Razón’ que creo que es la más bochornosa de la historia del periodismo en España. ¡Con dos cojones!
El otro folleto era para engatusarte y que te suscribieses al periódico. Para ello vuelven a tirar de caramelitos en forma de descuentos y algún que otro regalo. La verdad es que los precios están bastante bien. Hay, incluso, una suscripción dual que te da acceso al diario desde dispositivos digitales y te lo mandan a casa en papel el fin de semana. Al margen de eso, me sorprende la abrumadora campaña de captación de nuevos suscriptores que realiza este diario (uno de los que más leo) y las armas que utiliza para ello.
Me extraña, enormemente, el uso de la industria del caramelo en vez de otras técnicas como, por ejemplo, mejorar el producto. Desde hará dos años, los ciberperiodistas (qué antiguo suena el término, ¿eh?) miramos con mucha curiosidad (y grandes dosis de envidia, todo sea dicho) a ‘eldiario.es’. El medio de Nacho Escolar (@iescolar) ha demostrado ser rentable y generar valor añadido. También emplea los descuentos en otros caramelos para captar socios, la estrategia ha sido clara desde el principio. El lema del diario es “periodismo a pesar de todo”. Eso hacen, periodismo. Tratan de sacar noticias y reportajes de interés al margen de las posibles presiones de los anunciantes. Se financian por publicidad (que ellos deciden) y por las cuotas de los socios. Y no les va mal, oiga.
Todo esto viene al caso que en la carrera siempre tratan de hacernos mejores, intentan enseñarnos los ideales del periodismo, pero pocas veces se llevan a cabo. Muchas conversaciones he tenido al respecto del papel de los medios y la cantidad de noticias gilipollas o vídeos de Youtube que encuentras, pero lo cierto es que dan visitas y dinero, que es lo que mueve los medios de comunicación. Lo que se conoce por cuarto poder (no el portal), casi no existe porque se ha plegado a intereses que no son tanto la verdad como el arrojar propaganda política de uno, otro, otro u otro bando. Como decían en 1001 Medios, el periodismo ha muerto. Habrá que colaborar para que eso no pase.