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La prepotencia encubierta

Publicado el 21 abril 2010 por Anto_laelastica

La prepotencia encubierta

21 Abril 2010 por Anto

[Por Anuar Marrero]

Desde hace algún tiempo, he detectado en el Barcelona y su entorno (prensa y aficionados), una actitud que a mi parecer está cargada de prepotencia. No es evidente, ya que los jugadores del Barça, capitaneados por el intachable Guardiola, suelen medir mucho sus declaraciones, y hasta ahora son tenidos por modélicos. Pero si analizamos con perspectiva y nos detenemos en el trasfondo de las palabras y declaraciones que se escuchan en las contadas ocasiones en las que el equipo no consigue la victoria, estas destilan un profundo sentimiento de superioridad.

Todos los equipos grandes son más o menos lo mismo. Cada uno con un modelo, peor o mejor gestionado, pero que en ningún caso garantiza victorias. El futbol es profundamente cíclico, y todos los modelos han pasado por penurias y grandes éxitos. En los últimos años Europa ha sido dominada primero por equipos españoles capitaneados por el Madrid “galáctico” de Florentino, luego este se hundió y dio paso al dominio del Milan y los equipos italianos. Posteriormente fue el turno de Chelsea, Manchester y el estilo inglés, que dio paso a la superioridad del Barça de Rijkaard y el de Guardiola. Todos estilos diferentes. Todos exitosos.

Pero cuando el Barça pierde, las explicaciones de la derrota se basan en descalificar la propuesta del contrario. Es usual leer en prensa y escuchar a aficionados frases como “es que contra 11 tíos metidos en el área no se puede jugar”, “es que el equipo dio muchas patadas”, “solo hubo un equipo que quiso jugar” etc. Parece subyacer en el discurso el siguiente planteamiento: “El estilo del Barça es infalible y muy superior al resto y sólo puede perder por demérito propio o porque el rival se vale de estrategias poco lícitas”.

La prepotencia encubierta

El último caso lo hemos vivido contra el Inter. El discurso era claramente descalificatorio contra la propuesta de Mourinho. Solo hay que acudir al Sport o al Mundo Deportivo para darse cuenta de eso. Además el equipo que nunca habla de los árbitros, cuando se siente afectado lo saca a la palestra. El prepotente y el engreído, atribuyéndose más mérito del que le corresponde, suele obviar los elementos azarosos que le llevan a la consecución del éxito. Pero no duda en utilizarlos para descalificar los logros ajenos. No decir nada después del arbitraje de Ovrebo el año pasado contra el Chelsea y atribuir parte de la derrota contra el Inter a la actuación arbitral responde perfectamente a este esquema.

Esta mentalidad, generalmente presente en la prensa catalana, se generaliza con el chovinismo imperante en jornadas de Champions. En los análisis post-partido, De la Morena, en la SER, llegó a criticar el planteamiento excesivamente defensivo del Inter. Un equipo que salió con tres delanteros, un medio ofensivo, un organizador y un lateral ofensivo. Un equipo que situó la línea de presión en la defensa del Barça y tuvo hasta 7 oportunidades claras de gol. Pero en el fondo se encuentra la resistencia a reconocer que la propuesta futbolística del Inter se impuso a la del Barça, que su estilo no es omnipotente. Evidentemente esto no es generalizado y no afecta a todos. Guardiola defiende su propuesta porque es su forma de entender el fútbol. La defenderá siempre, pero no la considera superior.

Que se mantenga esta actitud en una prensa deportiva hecha por ultras, para ultras y con una calidad ínfima no es extraño. Pero el aficionado cabal y los jugadores no deberían dejarse contaminar por esa prepotencia encubierta con buenas palabras. Es muy lógico estar orgulloso del modelo del Barça, que le está llevando a cosechar títulos. Pero no está de más recordar que con el mismo modelo el Barça estuvo más de 13 años sin ganar la Champions League, mientras otros estilos opuestos se paseaban victoriosos. Defiendan su estilo, pero no lo impongan.


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