Revista En Femenino
La mortalidad entre las mujeres por cáncer de pulmón se ha duplicado en la última década hasta alcanzar las 3.000 fallecidas en el año 2009 y las previsiones apuntan que en 2020 esta enfermedad, directamente relacionada con el tabaquismo, puede desplazar al cáncer de mama como el más frecuente entre las mujeres. Así ha ocurrido, por ejemplo, en Estados Unidos, mientras que en Europa ya se ha convertido en la tercera causa de muerte entre las mujeres. Por ello, y antes de que ocurra lo mismo en nuestro país, “es fundamental que se potencien los programas de prevención y diagnóstico especialmente dirigidos a la población femenina y que se tome conciencia del elevado peso asistencial que representarán estas pacientes”, según ha puesto de manifiesto Marina Sangonzalo, directora y psicóloga de la Asociación Española de Afectados por Cáncer de Pulmón, durante el acto de sensibilización en torno al Cáncer de Pulmón en femenino, que tendrá lugar el día 2 de marzo enmarcado en la Semana de la Dona organizado por el Exmo. Ayuntamiento de Benetusser (Valencia).
El tabaquismo es el principal responsable de que la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres españolas incremente cada año un 4 por ciento, un ritmo mucho más rápido que en el caso de los hombres, que en los últimos años se ha estabilizado e incluso ha comenzado a descender, según los datos facilitados por el doctor Eugenio Palomares, del Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Valencia. "A nivel mundial, se dan más de 1.300.000 casos nuevos al año, en Europa 380.000 y en España 20.000, de los cuales 18.000 son hombres y 2.000 mujeres. Y de hecho el 91 por ciento de las muertes por cáncer de pulmón en hombres se deben al tabaco y el 65 por ciento en las mujeres. Sin embargo, mientras que la incidencia en los últimos años en varones se está estabilizando, en mujeres ha incrementando debido al aumento del consumo de tabaco que se ha dado desde la década de los 90 en las mujeres españolas. De hecho, hasta el año 2000 España se situaba a la cola de Europa en cuanto al número de mujeres fumadoras, mientras que ahora ocupa el tercer puesto”, ha añadido este experto.
“La elevada prevalencia debe ser una razón de peso no sólo para potenciar planes de deshabituación tabáquica sin distinción de género, sino también para instar a las administraciones públicas a alcanzar un mayor compromiso político con la investigación oncológica con el fin de descubrir nuevos tratamientos que consigan curar la enfermedad, o, en los casos no curables, mejorar la supervivencia y calidad de vida de nuestros”, tal como ha insistido la directora de AEACaP.
-Más I+D y trabajo social
A su juicio, “los futuros pasos deben enfocarse al desarrollo de la innovación encaminados a la definición de criterios clínicos, radiológicos y moleculares que permitan identificar a los individuos con más riesgo de presentar cáncer de pulmón, el desarrollo de programas de cribado lo más eficiente posible y la investigación de nuevas moléculas que puedan desempeñar algún papel en esta lucha”.
Igual de importante que la investigación debe ser la atención psicológica que se le preste a los pacientes con cáncer y a sus familiares. En esta línea, Sangonzalo solicita que “los programas de apoyo sean incluidos dentro de un enfoque multidisciplinar del tratamiento, ofreciendo tanto a los pacientes como a sus familiares toda la información necesaria sobre la enfermedad y sus fases”. Y es que, al contrario que en otros tipos de cáncer, “la sociedad sigue desinformada sobre los tumores pulmonares, por lo que la información se hace imprescindible desde la propia consulta para acabar con miedos infundados y fomentar un diálogo entre profesionales y pacientes”, insiste Sangonzalo.
Para la directora de AEACaP, la información es, además, un arma fundamental para fomentar la prevención: “La información y educación desde la infancia son fundamentales en el proyecto de trabajar por la prevención en el cáncer de pulmón. Asimismo, los esfuerzos que se están realizando en el aspecto legal en torno a la prohibición de fumar ayudarán, sin duda, a obtener mejores resultados y dar un paso más en la prevención de este tipo de tumores”.
El tabaquismo es el principal responsable de que la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres españolas incremente cada año un 4 por ciento, un ritmo mucho más rápido que en el caso de los hombres, que en los últimos años se ha estabilizado e incluso ha comenzado a descender, según los datos facilitados por el doctor Eugenio Palomares, del Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Valencia. "A nivel mundial, se dan más de 1.300.000 casos nuevos al año, en Europa 380.000 y en España 20.000, de los cuales 18.000 son hombres y 2.000 mujeres. Y de hecho el 91 por ciento de las muertes por cáncer de pulmón en hombres se deben al tabaco y el 65 por ciento en las mujeres. Sin embargo, mientras que la incidencia en los últimos años en varones se está estabilizando, en mujeres ha incrementando debido al aumento del consumo de tabaco que se ha dado desde la década de los 90 en las mujeres españolas. De hecho, hasta el año 2000 España se situaba a la cola de Europa en cuanto al número de mujeres fumadoras, mientras que ahora ocupa el tercer puesto”, ha añadido este experto.
“La elevada prevalencia debe ser una razón de peso no sólo para potenciar planes de deshabituación tabáquica sin distinción de género, sino también para instar a las administraciones públicas a alcanzar un mayor compromiso político con la investigación oncológica con el fin de descubrir nuevos tratamientos que consigan curar la enfermedad, o, en los casos no curables, mejorar la supervivencia y calidad de vida de nuestros”, tal como ha insistido la directora de AEACaP.
-Más I+D y trabajo social
A su juicio, “los futuros pasos deben enfocarse al desarrollo de la innovación encaminados a la definición de criterios clínicos, radiológicos y moleculares que permitan identificar a los individuos con más riesgo de presentar cáncer de pulmón, el desarrollo de programas de cribado lo más eficiente posible y la investigación de nuevas moléculas que puedan desempeñar algún papel en esta lucha”.
Igual de importante que la investigación debe ser la atención psicológica que se le preste a los pacientes con cáncer y a sus familiares. En esta línea, Sangonzalo solicita que “los programas de apoyo sean incluidos dentro de un enfoque multidisciplinar del tratamiento, ofreciendo tanto a los pacientes como a sus familiares toda la información necesaria sobre la enfermedad y sus fases”. Y es que, al contrario que en otros tipos de cáncer, “la sociedad sigue desinformada sobre los tumores pulmonares, por lo que la información se hace imprescindible desde la propia consulta para acabar con miedos infundados y fomentar un diálogo entre profesionales y pacientes”, insiste Sangonzalo.
Para la directora de AEACaP, la información es, además, un arma fundamental para fomentar la prevención: “La información y educación desde la infancia son fundamentales en el proyecto de trabajar por la prevención en el cáncer de pulmón. Asimismo, los esfuerzos que se están realizando en el aspecto legal en torno a la prohibición de fumar ayudarán, sin duda, a obtener mejores resultados y dar un paso más en la prevención de este tipo de tumores”.
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