Revista Cultura y Ocio
Ilustración Wendy Arnold.-Isabel Medina-
La gran fiesta ha comenzado:
la señorita Margaza
ya tiene vestido blanco.
¡Si vieras qué guapa estaba,
de blanco, siempre de blanco!
Y el cardón,
el cardón de los barrancos
estiraba perezoso
sus brazos altos, muy altos.
Y aunque ya sé
que lo sabes,
que te lo han contado tanto:
levántate tempranito,
corre deprisita al campo,
y allí,
donde nadie te vea,
escucha cómo florecen
una y mil flores,
muy nuevas,
y tabaibas agridulces,
y balos de las laderas,
porque…
aunque siempre te lo dicen
los locos y los poetas,
no hay como salir de casa
y transformarse en silencio
en mariposa, flor… o abeja.