Revista Internet
Todos damos por hecho que las cámaras de fotos digitales tienen que ser pequeñitas, compactas y manejables. Tienen que tener muchos MegaPixels un gran zoom y millones y millones de pijadas que nunca usaremos, cosas que están ahí y con las que podremos chulear todo lo que queremos antes nuestros amigos. Pero... ¿como surgieron las cámaras digitales? ¿fueron siempre tan pequeñas y con tantas funciones? Dejarme deciros que no siempre fue así.
El primer aparato de este tipo fue creado por Steven J.Sasson en 1975 (ya ha llovido desde entonces) por la empresa Kodak (siempre pionera en estas cosas).
Imagen de Steven J. Sasson con la comparación entre cámara antigua y moderna.
El funcionamiento se podría decir que es muy parecido al actual, solo que tenía unas pequeñas (muchas) diferencias. Primeramente no era tan compacta como las modernas. Pesaba unos 4 kilos, por lo que de manejable no era mucho. Hay que recordar que esta cámara no era un modelo comercial, sino un proyecto de investigación para un futuro. Las fotos que hacía eran realmente pequeñas y dicho aparato no tenía zoom alguno.
A tantas limitaciones se le podía añadir la imposibilidad de hacer fotos en color, por lo que siempre eran capturadas en tonos grises y negros. Algo muy triste, pero un comienzo es un comienzo. La definición era de apenas 100 líneas, 10 veces menos que las cámaras actuales de las normalitas, con una resolución de 0.01 megapixel. Tal era la mala recepción y definición del aparato en cuestión que se tardaba 23 segundos de exposición en hacer una foto. Vamos... esto parecía una cámara oscura de las antiguas.
Para funcionar necesitaba 16 baterías de Niquel Cadmio que le confería una gran autonomía (ironía).
Imagen del Decodificador de casetes con el que se podía ver la imagen en un monitor
Y ahora llegamos a lo verdaderamente importante. El almacenamiento de la imagen. ¿donde se guardaba la imagen si en aquella época no existian las tarjetas de memoria? dícese SD, MiniSD, MicroSD y demás gamas. Pues... básicamente en lo único que había, el Casete. Si... ese artilugio con una gran cinta magnética en su interior que solíamos rebobinar con un boli para que el cabezal del reproductor no se estropeasen. Para decodificar la información de la foto en el casete había que conectar dicha cinta a un decodificador de enormes proporciones y este a su vez a un monitor, que era el que nos mostraba la imagen.
En definitiva, un precursor de todas las cámaras digitales y móviles con cámaras que hay hoy día en cada casa y en nuestras manos.
Ahora nos reímos pero gracias a iniciativas como la de Kodak, ahora podemos hacer fotos con nuestros maravillosos móviles con los que flipamos a nuestros amigos.
Fuentes: Wikipedia, TuExperto