“La primera impresión importa cuando uno quiere construir una confianza duradera”, dice Robert Lount, uno de los autores del estudio, de la Universidad de Ohio. “Si uno empieza con el pie izquierdo, puede ser que la relación nunca vuelva a estar bien nunca. Pero es fácil reconstruir la confianza luego de una mala impresión una vez que se tiene una relación fuerte”.
Los investigadores realizaron su estudio mediante un videojuego de rol. En el cual el participante jugaba junto con otro, que en realidad era el ordenador. Este último los traicionaba al inicio, al medio y hacia el final de al historia del juego.Allí vieron los investigadores que los participantes no volvían a confiar en quien los traicionaba al principio, pero sí lo hacían nuevamente si la traición se daba cuando el juego ya estaba avanzado.Cuando se pedía a los participantes que evaluaran a sus compañeros, daban opiniones más negativas para quienes los habían traicionado al principio que con respecto a quienes lo habían hecho ya entrada la relación de juego.En la vida ocurre lo mismo. Una primera impresión negativa puede durar toda una vida. Los autores dicen que en la vida real es más difícil que alguien le de una segunda oportunidad a otro luego de una mala primera impresión, en el juego los forzaban a dárselas.La gente se suele quedar con la primera impresión que recibe, y en el futuro sigue buscando claves que confirmen esa primera impresión.¿Qué factores influyen en el nivel de acierto de las primeras impresiones?No siempre acertamos de este modo al juzgar a los demás, pues existen factores que ejercen una influencia importante:
1. Diferencias individuales. No todo el mundo es igual de bueno juzgando a los demás. La inteligencia social varía de una persona a otra.
2. Apariencia física. Por lo general, la gente tiende a considerar a las personas atractivas más agradables, abiertas, inteligentes y socialmente hábiles que las menos atractivas, y están más dispuestas a prestarles su ayuda. Los más atractivos tienen también más probabilidades de ser contratados cuando buscan empleo. Esto sucede para ambos sexos; sin embargo, entre los hombres se considera más competente al más atractivo, pero sucede al contrario entre las mujeres, pues se tiende a pensar que ellas progresan más debido a su atractivo.
3. Accesibilidad. La accesibilidad es la rapidez y facilidad con que una información nos viene a la mente y la utilizamos para hacer interpretaciones y juzgar a los demás. El estudiante que comparte sus respuestas a un examen con un compañero, ¿es una persona deshonesta o un buen compañero? Si para ti las ideas sobre la colaboración son más importantes y, por tanto, accesibles en tu mente, considerarás que es un buen compañero. Si las más accesibles en tu mente son las ideas sobre honestidad/deshonestidad, entonces pensarás que es una persona deshonesta. Además, le gente suele reconocer y recordar mejor la información relacionada con sus rasgos de personalidad preferidos. Si para ti es importante la amistad, tenderás a fijarte más y a recordar más las conductas amistosas de una persona y a pasar por alto otras que para ti son menos accesibles y, por tanto, utilizas menos para juzgar a los demás.
4. Expectativas. Si te hablan mal de alguien que no conoces, estarás más predispuesto a hacerte una mala impresión de esa persona cuando la conozcas, mientras que si te hablan bien, sucederá al contrario.
5. Motivación. No sólo vemos lo que esperamos, sino también lo que queremos ver. Una persona desconfiada, tenderá a interpretar del peor modo posible la conducta de los demás. Los padres de hijos homosexuales que rechazan la homosexualidad no se darán cuenta de que su hijo o hija es homosexual aunque sea evidente para los demás.
6. Estado de ánimo. Si te sientes feliz, tenderás a interpretar la conducta de los demás de modos más optimistas. Los estados de ánimo negativos, en cambio, no ejercen tanta influencia.Cuando se habla de la primera impresión se está hablando de la inteligencia intuitiva; gracias a ella sabemos en los primeros minutos la verdad sobre las cosas. Es un sentido existente, pero poco desarrollado. A continuación os dejo una serie de características sobre la inteligencia emocional:1. La intuición genera señales instantáneas, repentinas, a modo de súbitos mensajes del interior; pero hay que interpretarlos adecuadamente.
2. La intuición también podría funcionar de manera continuada, y no sólo impulsiva, fundiéndose, por ejemplo, con la inspiración o el designio personal.
3. La intuición en las relaciones humanas tiene bastante que ver con la empatía; quizá, para buen fin, se nutran mutuamente y actúen en sinergia.
4. La intuición utiliza distintos niveles o vehículos para manifestarse, y quizá más de uno a la vez: el físico, el mental, el emocional y el espiritual.
5. La intuición, según dicen los expertos, nos permite acceder a una gran reserva de conocimientos de los que no somos conscientes, o lo somos sólo parcialmente.
6. La intuición viene a ser el modo de pensar “por defecto”, es decir, el que funciona cuando no aplicamos el pensamiento racional.
7. La intuición parece difícil de definir de modo gestaltista u holista; más que limitadoras definiciones, encontramos afirmaciones sobre ella.
8. La intuición es a la vez genética y extragenética; pero es que también podríamos pensar que es individual y colectiva, como si participáramos del saber ajeno.
9. La intuición, como objeto de estudio por expertos, es observada desde distintos ángulos y suscita conclusiones no coincidentes: quizá eso la hace más atractiva.
10. La intuición, más que un rasgo de la personalidad, es una función del cerebro; pero el hecho es que cada persona la utiliza de diferente manera.
11. La intuición podría servir a su propia explicación, con el riesgo de llegar a conclusiones mezcladas con nuestras creencias y rechazables por el establishment.
12. La intuición se manifiesta típicamente mediante palabras, imágenes, sentimientos o sensaciones viscerales, que no siempre sabemos interpretar.
13. La intuición, reconocida como multiforme voz interior, puede también mostrarse desde fuera de uno mismo, mediante epifanías.
14. La intuición se presenta a menudo sin avisar, pero también puede ser llamada, y responder enseguida o tomarse algún tiempo.
15. La intuición parece elegirnos a nosotros –más que nosotros a ella–, pero eso no significa que no podamos facilitar el encuentro y recibir sus mensajes.
16. La intuición, innata pero cultivable, parece mostrarse proporcional a la honradez emocional y a la motivación por saber, por descubrir y por resolver.
17. La intuición, en su manifestación quizá más cotidiana, nos permite leer entre líneas y conocer los sentimientos de los demás, al margen de sus palabras.
18. La intuición parece inseparable de la comunicación, y desde luego da soporte a la interpretación de los gestos, los movimientos y la paralingüística.
19. La intuición, según algunos investigadores, contiene la verdad y es infalible; pero, por si fallaran otros elementos del proceso, vale alinearse con los más cautos.
20. La intuición es una facultad genuina, y no debemos confundirla con temores suscitados por el miedo, con deseos o con peligrosas presunciones de infalibilidad.
21. La intuición tampoco debería confundirse con el instinto, la adivinación, la creatividad o la inspiración, aunque sí pueda “fundirse” con ellas.
22. La intuición, al elegirnos, parece seguir criterios de mérito y disposición receptiva; ayuda más a los íntegros que a los corruptos, a los generosos que a los egoístas.
23. La intuición presenta fronteras indeterminadas; hay quien piensa, por ejemplo, que el apetito, además de una forma de estrés, es una intuición.
24. La intuición complementa al conocimiento, como la inteligencia emocional complementa a la analítica o académica.
25. La intuición es lo que nos lleva a enamorarnos de una determinada persona; pero también puede generarnos recelo o desconfianza hacia otras.
26. La intuición parece depender de la conciencia que tenemos de nosotros mismos; eso sería, en buena medida, lo que distinguiría a los más intuitivos de los menos.
27. La intuición podría estar relacionada con una parte de la inteligencia no residente sólo en el cerebro, sino también en las vísceras.
28. La intuición, joya de la corona de la inteligencia, es el sentido verdaderamente humano, que no compartimos con los animales ni con las máquinas.
29. La intuición, es decir, la revelación intuitiva, puede producirse en cualquier momento; debemos estar atentos y preparados para reconocerla e interpretarla.
30. La intuición está detrás de los juicios que hacemos sobre los demás; esto es algo reconocido, que además sirve para evaluar nuestra habilidad intuitiva.
31. La intuición parece entrar en resonancia con la personalidad autotélica y la negentropía psíquica, es decir, con el orden en la conciencia.
32. La intuición es, por lo anterior, bastante más probable en estados de calma o paz interior, en que estamos atentos a nuestras emociones.
33. La intuición parecía reservada, en la empresa, a los ejecutivos, porque son ellos quienes, más a menudo, pueden tomar decisiones sin dar explicaciones.
34. La intuición se usa mucho, pero se podría usar más y mejor, y no sólo al tomar decisiones; pero hemos de separarla de lo que no es genuina intuición.
35. La intuición no es patrimonio de directivos visionarios o narcisistas, y no debe confundirse con el mesianismo que lucen; todos podemos cultivarla.
36. La intuición es motivante; las señales intuitivas nos mueven a la acción, pero hemos de poner la razón en medio y evitar la precipitación.
37. La intuición está detrás de muchos logros en materia de creatividad e innovación, y ha resultado clave en numerosos éxitos empresariales.
38. La intuición creadora parece exigir, por decirlo así, que estemos en resonancia con el reto o problema a resolver, o sea, que lo hayamos comprendido bien.
39. La intuición puede estar muy desarrollada; en esos casos no accedemos a ella sólo por azar, sino que podemos provocar su aparición.
40. La intuición permite percibir (presentir) cosas venideras (aunque no siempre las personas presuntamente visionarias lo son realmente).
Como todo, la inteligencia emocional, se puede trabajar y potenciar. Existen ejercicios, practicas diarias, planes de trainning que uno puede llevar a cabo para entrenarla y desarrollar por completo esa capacidad latente. Si precisáis más información y queréis que os lo ampliemos enviadnos un correo a: [email protected]
C.Pérez de Tudela, Coach Colaborador,Empresa meCoach