El pasado 25 de julio fue el 40 aniversario del nacimiento de Louise Brown, el primero tras una fecundación in vitro. Tras este tiempo, se ha podido comprobar cómo las técnicas de reproducción asistida han mejorado muy poco su eficacia, y se han convertido en un pingüe negocio, alimentado por el cóctel de la desesperación de las parejas y la avaricia de las clínicas.
Comentario de Michael Cook en Bioedge (traducción española en Bioeticablog).