Revista Diario

La primera vez

Por Desmadreando @desmadreando

Se de cierto que hay una magia que envuelve las “primeras veces“. Mas aún si uno es mujer y ya el summum es si además se ostenta el título de madre “primeriza”. No sólo se guarda el cordón umbilical resecado, se hacen moldes de arcilla con los pies y las manos del bebé ¡si no que se guarda hasta los primeros pelitos de nuestros descendientes! ¿Todo esto para qué? Simple y sencillamente para no olvidar. Para que exista un “cajón de la memoria” físico y nos recuerde los tesoros de la vida.

Hoy estoy confusa. No sé si a causa de tanta droga para mi tobillo o porque el corazón nubla mi decisión. Hoy ha sido la primera vez de Critter consciente en el cine. Hago la aclaración de que consciente porque a los tres meses la llevábamos en calidad de bulto dormidor. ¡Hoy la llevamos a ver a la familia entera: Monsters University!

La primera vez

Así que mi confusión radica en que no tengo claro qué guardar de ésta primera vez: ¿La entrada del cine? ¿La bolsa de palomitas que se zumbó ella sola? ¿La cocacola que decidió robarme a escondidas mientras se ponía de pie y sorbía sin que yo me diese cuenta? ¿El asiento elevador que le servía para ver la película pero que decía estar duro y que le dolía el culo? Esto último a grito pelado haciendo buen uso de su “nuevo” vocabulario.

Sin embargo creo que a pesar de todas estas cosas, hoy atesoraré tres momentos:

1. Cuando entró al cine aterrada porque estaba oscura y al ver la pantalla espetó un Ohhhh tele grandeee.

2. Cuando a mitad de la película decidió bajarse del asiento, sentarse en el suelo y gritar “mamá caca “WOOOOOOAARRGHHH logrando el mejor grito de la historia y dejando a Sullivan y a Mike Wasowski como unos auténticos lerdos.

La primera vez

3. El momento en que al final de la película me dice “mamá meyo, toma pa ti un corasson” y me entregó una gominola en forma de corazón con la mitad partida debido a una mordida.

Cabe aclarar que sólo compramos el combo palomitas y refresco. El corazón fue un tesoro que ella encontró en el suelo, probó y decidió entregármelo a mi.

¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! Grito del ascazo.


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