Alex ya ha vuelto de la excursión. Soy incapaz de describir la cara de felicidad de mi pequeña cuando me ha visto en la puerta de la guardería ( y malditos cristales del autocar que no me han dejado hacer una foto decente de su maravillosa sonrisa ).
Y ese momento fantástico, se ha convertido rápidamente en un momento doloroso. Cuando han bajado del autocar, Alex quería venir hacia mi, pero las profesoras querían que hicieran una fila y subieran a la clase.
Mi pequeña sólo quería correr hasta mis brazos y tomar su ansiada tetita, pero como no la han dejado, ha empezado a llorar, sin querer mirarme. No era un llanto audible, pero he visto tal sufrimiento en ella, en sus ojos y su expresión, que me he acercado y la he cogido en brazos para sacarla de la fila de niños.
De verdad, ha sido un momento horrible para mi y para ella....
Por suerte, al sentirse de nuevo segura en mis brazos se ha tranquilizado poco a poco y me ha explicado que en la granja habían dos conejos, una vaca, un caballo,.....
Creo que se lo han pasado bestial en la granja!!!!