La primera vez: Shigeru Miyamoto

La primera vez es una nueva sección aperiódica de Otakufreaks con nombre trampa donde conoceremos los inicios y primeros pasos de distintos desarrolladores de videojuegos que hoy en día son famosos, porque siempre puede ser útil e interesante conocer su pasado.

Para estrenar esta sección, nada mejor que conocer la primera vez de Shigeru Miyamoto, el creador de personajes y sagas de Nintendo como Super Mario Bros, The Legend of Zelda, Donkey Kong o Pikmin. 

Por difícil que resulte de creer, el verdadero sueño de Shigeru Miyamoto era convertirse en mangaka (dibujante de cómic japonés) porque era un apasionado de las películas de Walt Disney, pero al crecer y ver que no podría ganarse la vida dibujando mangas, optó por estudiar Diseño Industrial en el Colegio Municipal de Artes Industriales de Kanazawa con el objetivo de convertirse en un diseñador de juguetes, su otra vocación.

En 1997, el padre de Shigeru Miyamoto habló con su amigo Hiroshi Yamauchi para ver si podía colocar a Shigeru en su empresa, una Nintendo que en aquella época era famosa por crear cartas hanafuda y juguetes. Tras una reunión entre ambas partes, Yamauchi aceptó interesado por los bocetos de juguetes que le presentó Miyamoto y para hacerle un favor a su amigo de toda la vida, desconociendo totalmente lo que acabaría significando esa contratación.

En un principio Shigeru Miyamoto estuvo haciendo pruebas como aprendiz con el equipo que diseñaban las Color TV Games, las primeras consolas que hizo Nintendo, siendo la Color TV Game Block Breaker y la Color TV Racing 112 los primeros trabajos de Miyamoto en Nintendo.

Tras las Color TV Games, pasó a colaborar con la sección de máquinas arcade de Nintendo, encargándose del diseño de personajes de 3 juegos: Space Fever, Sheriff y Space Firebird y del diseño de la propia máquina en 2 juegos: Sheriff y Radar Scope.

Radar Scope, un juego que en Japón tuvo un más que notable éxito, fue el juego elegido por Nintendo para desembarcar en América, pero de las 3.000 máquinas que se fabricaron solo se vendieron 1.000, un hecho que dejó a Nintendo of América en una mala situación económica que podía llevarles a la bancarrota si no conseguían venderlas rápido, por lo que Nintendo decidió modificar la placa base de esas 2.000 máquinas que estaban cogiendo polvo para convertirlas en un nuevo juego.

Tenía que hacerse rápido un juego de éxito y no podía salir mal, pero todos los diseñadores de videojuegos de Nintendo estaban ocupados con otros proyectos, por lo que Shigeru Miyamoto decidió dar un paso enfrente y aceptar ese reto. Como no tenía experiencia diseñando videojuegos más allá de diseñar los personajes de los juegos mencionados anteriormente, Nintendo le puso a Gunpei Yokoi como maestro y supervisor para que le enseñara las claves para hacer un videojuego de éxito como lo eran sus Game & Watch.

Con el poco tiempo que tenían por delante, Nintendo esperaba que Miyamoto se limitase a hacer una versión mejorada del Radar Scope, pero no lo hizo porque el mercado ya estaba saturado de clones de Space Invaders, Galaga o Galaxian, él quería hacer algo totalmente nuevo y original porque los videojuegos podían ser algo más que disparos como ya demostró Pacman. ¿El resultado?

Donkey Kong, un juego que vendió esas 2.000 máquinas de un plumazo y que acabaría vendiendo más de 132.000 máquinas, situándose como la 4º máquina arcade de mayor éxito de todos los tiempos (solo superada por Pacman, Space Invaders y Street Fighter II), el primer paso de Miyamoto en una larga trayectoria que cambiaría por completo la historia de Nintendo y la de los propios videojuegos.

Como curiosidad, destacar que en un principio iba a ser un juego basado en Popeye, pero al no poder obtener la licencia se optó por cambiar a Popeye por “Jumpman” (que más tarde pasaría a ser Super Mario), Olivia por “Lady” (que más tarde pasaría a ser Pauline), y a Brutus por Donkey Kong.