La princesa Alas Sangros
A pesar de tratarse de un lugar oculto a casi treinta pasos bajo tierra, la guarida de los Alas Sangros del sur estaba muy bien iluminada, gracias a conductos con espejos instalados a la inclinación exacta para traer la luz desde la superficie.
Era una nave que acogería cómodamente a quinientos cinans. Tenía el techo plano y las paredes cóncavas, el modelo de estructura idóneo para resistir el peso de la tierra y los posibles temblores. Estaba dividido en doce habitaciones más un comedor común y cinco aseos, el resto era un área común en el que los Alas Sangros llevaban su vida de reclusos.
