
La joven y bella Buttercup tiene dos pasatiempos favoritos que ocupan sus largas horas en el país de Florin: montar a caballo y atormentar a Westley, el mozo de labranza que trabaja para ella. Nada en el mundo le proporciona tanto placer como dar órdenes a Westley a todas horas. Como desees, es lo que siempre responde el muchacho. Pero, cierto día, Buttercup descubre con sorpresa que cuando él dice como desees, en realidad significa te quiero. Y más sorprendente aún le resulta el día que se da cuenta de que ella también le ama... Esta es al historia de dos jóvenes amantes que tuvieron que hacer frente al hombre más poderoso de Florin, Humperdinck; la historia del mejor espadachín de todos los tiempos en busca de venganza, la del hombre más fuerte, y la del más inteligente...
Comentario ~ Desvarío ~ Impresión ~ Película
Antes de empezar con mi opinión del libro, quería hablar un poco de la película. Pertenezco al grupo de personas, parece ser muy reducido, que no habían escuchado hablar de esta obra en su vida. Por lo menos hasta el verano pasado cuando tuve la oportunidad de conocerla en el festival Celsius 232. Mis acompañantes, en su mayoría, estaban escantadísimas de poder volver a verla, y contaban maravillas de ella. Bien. La experiencia resultó, cuanto menos, interesante. Pasé un rato entretenido, sobre todo midiendo el bigotillo del protagonista, el cual no dejaba de cambiar de tamaño. Las personas que la habían visto hacía mucho tiempo guardaban un recuerdo entrañable de ella, algo de todavía perdura. En cambio, a Beleth, también extrañamente fascinada por el bigote alterable, y a mí, no nos dejó huella... siendo generosas, añadiría. Cuento esto, porque esa noche llegué a una conclusión -quizá equivocada-: la pasión por la historia de La princesa prometida tenía mucho que ver con los recuerdos, nostalgia, o como queráis llamarlo, de otra época. En ese momento me di cuenta de que yo tengo el mismo sentimiento por otra película de culto de los años ´80: Los goonies. A algunos le aparece una sonrisa al escuchar la mítica frase, "Hola, me llamo Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre. Prepárate a morir" A mí me aparece cuando escucho: "Chocolaaaate. Chocolaaaate. Chocolaaaatina" Grande Sloth. Sí, quiero llegar a alguna parte con todo esto... Lo que quiero intentar explicar, de alguna manera, es que es difícil ponerle una nota a una obra, ya sea libro o adaptación, que marcó una época en la vida de tantísimas personas. Ya sólo por eso merece un reconocimiento, que yo le quiero dar, independientemente de que me haya gustado más o menos.Opinión ~ Desvarío ~ Impresión ~ Novela

Todo esto es lo que nos vamos a encontrar en la historia. Por lo menos es lo que el padre de William Goldman le dice el día que comienza a leerle La princesa prometida, libro de un autor florinés llamado S. Morgenstern. El niño, que no siente precisamente predilección por la lectura, queda maravillado y prendado de todo aquello que le va relatando... Tanto es así, que nunca llegaría a leer él mismo el libro, sino que siempre sería su progenitor el encargado de narrarlo una y otra vez. Hasta que se hace mayor y descubre, para gran sorpresa suya, que la novela de Morgenstern no es tal y como la conocía, sino que está plagada de partes totalmente aburridas que su padre se saltaba directamente. Convertido ahora en escritor, decide reescribir la historia, tal y como siempre la ha conocido, y mejorar el clásico de Morgenstern. Es entonces cuando comenzará a contarnos la verdadera historia de La princesa prometida.

Por tanto nos encontramos con dos historias bien diferenciadas: La princesa prometida, de la que hablaré ahora, y que sería casi idéntica a la película basada en ella, y, por otro lado, la vida, desvaríos, críticas, recuerdos..., llamémosle X, de William Goldman. Esta parte no es demasiado extensa, pero fundamental dentro de la obra. Ocupa unas cuarenta páginas del comienzo, mas todos los parones en cursiva que hace a lo largo de "la verdadera historia". De todas formas, para mí es imprescindible; sin ella no sería tan reconocible el toque de ironía, burla, y, en definitiva, sátira que nos encontramos.

Dejo para el final la historia de Buttercup y Westley, repleta de todo lo que el padre de Goldman le enumeró; amor verdadero, venganza, odio, lucha, venenos, gigantes, y un gran, gran etcétera. Es una de esas historias épicas, con todos los ingredientes de los antiguos cuentos de aventuras. Se podría decir que Goldman quiso hacer un homenaje a este tipo de relatos medievales. Sin embargo es un homenaje de lo más atípico. Los personajes llegan a estar caricaturizados totalmente, así como sus acciones. Buttercup es una joven bella, muy bella, que se dedica a atormentar a Westley, mozo de labranza que trabaja para ella, por lo menos hasta el momento, instante, segundo, en el que se da cuenta de que está perdidamente enamorada de él. Desde ese momento su amor será eterno, de leyenda... Hay que decir que es una joven hermosa pero con pocas luces... Es el personaje que quizá menos me ha gustado. Después tenemos a Westley, siempre aguantando las malas formas de Buttercup, pero perdidamente enamorado de ella en secreto. Un "como desees" es su respuesta para todo, queriendo decir en realidad "te amo". Por ella hará cualquier cosa, como ir en busca de fortuna para darle todo lo que se merece. Pero el destino les tiene preparado todo tipo de contratiempos que pondrán su amor a prueba. Entre ellos al poderoso príncipe de Florin, personaje que intentará separarlos continuamente; villano cruel y despiadado, aunque no será el único. También tendremos piratas, gigantes y espadachines. Estos dos últimos para mí los mejores del libro. Iñigo Montoya es el mejor espadachín que existe, en busca de venganza desde que tenía doce años por el asesinato de su padre. Y Fezzik, gigante turco, no demasiado inteligente, prácticamente un niño grande, entrañable y genialoso donde los haya, aficionado a las rimas. Sus caminos se entrelazarán con los de Buttercup y Westley, viviendo peligrosas aventuras...

En general es una historia buena, que me ha gustado bastante, se lee rápido, con muchos toques de humor, ironía..., pero que tampoco me ha marcado. Un libro para pasar el rato, al igual que la película, aunque recomiendo mucho más la obra escrita por lo dicho, tiene un planteamiento original con todo lo relacionado al falso escritor, la reescritura, etc., que se omite en la adaptación cinematográfica.
En esta ocasión no le voy a poner nota porque la verdad no tengo ni idea de cuál ponerle. Es un libro... único; para bien y para mal. Eso sí, me encantaría saber vuestras opiniones.
