Por cierto, como ya os adelanto que no me ha convencido, para desahogarme un poco voy a recurrir a los spoilers y la entrada va a estar repleta de ellos, así que ya sabéis, si tenéis interés en la serie, aviso hecho.
Argumento
Matsurika, princesa de Kourozen, un pequeño país conocido como «el país de Dios», está preocupada por la propuesta de matrimonio que le ha hecho Orlando, el atractivo príncipe de Cantabria, una gran potencia. Sin embargo, Kourozen es un país que siempre se ha mostrado neutral y que por eso mismo no ha establecido matrimonios entre miembros de su realeza y de otros países. A pesar de sus dudas, nadie parece escucharla.Mientras ella se halla en sus aposentos dándole vueltas, un pirata llamado Raju se cuela a hurtadillas. Primero intenta convencerla de que le acompañe contándole que Cantabria está declarando la guerra y sometiendo a otros países de manera atroz y quiere su apoyo para aplastarlo. Ante la negativa de ella de acompañarle voluntariamente, Raju no duda en secuestrarla. Al parecer todo era una mentira y sólo la quiere para cumplir su deseo y, para ello, la sacrificará en un altar legendario ¿Qué deseo puede valer el sacrificio de una joven? ¿Era una completa farsa lo que le dijo de Cantabria?
Reseña
Por desgracia, más allá de tener una temática no muy vista y dar un rato de lectura entretenida, el manga deja bastante que desear. La trama no es horrible del todo, siendo lo peor que se puede decir que está llena de clichés y que no está equilibrada, con un primer tomo lento y poco trascendente en el guión y un segundo en que se resuelve todo de manera un tanto atropellada. Pero tampoco suma ciertas incongruencias como que secuestren a Matsurika para un sacrificio sin leer ANTES el diario con las ¿instrucciones? que dicen que no se puede cambiar el pasado con el deseo, así que entonces sacrificarla no serviría para lo que pretenden y la liberan. A eso le llamo yo empezar la casa por el tejado. Es una excusa muy pobre la que da la autora para librar a los piratas de hacer el sacrificio, algo que es evidente que no va a pasar pero esperaba una solución menos... absurda.
A la serie le habría venido bien o más espacio para desarrollarlo todo mejor o bien recortar elementos innecesarios como páginas para los secundarios que no acaban aportando nada y dedicarlas a la pareja protagonista o a la acción, que a pesar de ser una historia de piratas es casi inexistente o no se nos muestra la poca que realmente hay.De todos modos, el gran problema son sus personajes, especialmente la protagonista. Matsurika en principio tiene elementos que recuerdan a Yona, también es una princesa ingenua e inútil en su país que, de repente, se ve privada de su posición aunque por causas muy diferentes. Las comparaciones son odiosas y aquí nuestra protagonista sale vapuleada. Es cierto que en dos tomos no hay espacio para grandes desarrollos pero es que, salvo por su desenlace, la chica no hace nada coherente, actúa con un mínimo de sentido común o desarrolla algo parecido a una personalidad con una pizca de carisma. Es la clásica protagonista idiota que es capaz de dar las gracias a quien está a punto de matarla... literalmente. Mira que eché pestes de Armeria en Wanted pero la chica al menos tenía personalidad y hacía ALGO aunque acabase metiendo la pata y necesitara ser rescatada al final, pero se esforzaba. El intento de justificarlo todo con que es una princesita ingenua no cuela llegado cierto punto en que debería espabilarse por su cuenta.
Pero el elenco masculino también deja bastante que desear. Raju es lo más genérico, inexpresivo y anti-carisma del mundo y, por supuesto, la química entre ambos es nula. Luego, Orlando, es tan evidente que es el malo que no nos lo creemos por un momento. La autora podía al menos haber intentado que fuese una sorpresa por no hablar de que no tiene sentido nada de lo que hace. Y en cuanto a los secundarios, Lohan, el chico jovencito, es al único al que se le adivina un trasfondo, del resto no sabemos nada aunque es entendible con la escasa duración de la obra.Con todo lo malo dicho, a pesar de todo, creo que el desenlace llega a salvar la serie. Ahí se concentra todo el desarrollo de personajes junto con una resolución de la trama bastante decente.
En definitiva, sí, es una obra corta que entretiene pero es lo mejor que se puede decir. Tanto la trama como los personajes son muy flojos, no hay química romántica y tampoco acción que te ponga en tensión por un momento. Podría haber dado mucho más de sí. En una palabra: prescindible.