La princesa y la academia

No tengo ningún inconveniente en que la Princesa Leonor se forme en Gran Bretaña y que hable inglés very well. Tampoco tengo nada que decir si ve necesario para su formación enrolarse en los tres ejércitos y acudir a las Academias Militares para decir: a la orden de su majestad. Es su vida y ella entenderá lo que es mejor para su futuro.

Quizás sea bueno, si realmente quiere ser princesa de todos los españoles, que aprenda algo de los idiomas constitucionales que en estos lares hay; sobre todo cuando se enrole en Elcano, cuya lengua manterna no era el castellano. No vaya a ser que a la hora de la verdad le tengan que traducir los textos y que ignore, a modo de ejemplo, que esas cinco vocales que posee el castellano se las da el vasco. Que no olvide que el lenguaje de las Academias Militares está plagado de préstamos de las lenguas del reino. No quisiera, como le ocurrió al menda, que Jaume, sea Jaime; Koldo sea Luis y Gorka, Jorge.

Tampoco quisiera que la arrestaran a pelar patatas por leer el País o que le dieran las botas un día antes de realizar una marcha de 10 Km con todos los pertechos. De la misma forma espero que en la Academia no la tengan recogiendo piedras por no acudir a la santa misa, que de todo hay. No me imagino, por imposible, que los permisos a casa los haga en el tren de media noche en un vagón saturado de gente. Aunque es algo que no debiera evitar si realmente desea conocer cómo vive el pueblo al que va servir, por la gracia de la leyes.

Quizás no le enseñen que este país se hizo a cuchillo y a navajazo por la espalda. En él moran muchas almas con sus diferentes realidades, tan dispares como lo son sus habitantes. Saldrá de las Academias con mando pero sin el honor de haberlo ganado en la batalla. A ella, con sangre real, le debieran enseñar que aquí la pureza de sangre no existe porque, la Historia así lo avala, estamos todos mezclados. No debiera ignorar que el frente de operaciones se encuentra en lo cotidiano y en los sufrimientos de quienes viven en su reino, puesto que reina será.