Mark Zuckerberg proclamó junto a su hermana -en Davos- que a la gente ya no le interesa su privacidad. Y está negro sobre blanco cuando afirmó en una entrevista con Michael Arrington, fundador de TechCrunch, que "la era de la privacidad había muerto".
Ya contamos aquí que Facebook quiere hacer negocio con la privacidad y los datos de sus usuarios. El caso es que el negocio de Facebook consiste (o mejor, pretendía Mark Zuckerberg que consistiera) en que la gente pusiera en esa plataforma de comunicación pública los datos de sus intimidades, y que éstas pasaran a ser patrimonio de la empresa Facebook. Y Facebook, vendiendo esos datos, se convertiría en un gran negocio.
Desde entonces se habla cada vez más de "protección" y de "propiedad" de los propios datos personales, aunque estén públicamente expuestos en Facebook. Quizá -puestos a pensar en valores y dineros como Mark Zuckerberg- resulta que no es asunto de salvaguardar la intimidad, sino de participar en el negocio...
De ahçi que haya surgido el acuerdo sobre privacidad suscrito entre las autoridades de Estados Unidos y Facebook, en el que la red social se compromete a pedir el consentimiento expreso de sus miembros antes de que sus datos sean compartidos más allá de lo que está previsto en los términos de uso y confidencialidad.
De todos modos, parece que a Zuckerberg no le ha gustado mucho ni que se publiquen por todas partes unas fotos suyas sacadas de la red, ni que otros hagan negocio haciéndolo... Y sabiendo o recordando de paso que Zuckerberg dice que solo come carne de animales que haya matado él mismo. Una imagen que parece confirmar esas palabras y que no le ayudará mucho ante quienes no solemos dedicarnos a matar los animales que comemos:
Para conocer más pormenores de esta historia, ver Mark Zuckerberg sufre los errores de privacidad de Facebook.