El libro nos presenta a Hadley, hija de separados y que pierde el avión por cuatro minutos para ir a la boda de su padre. Es una joven de diecisiete años que casi dos años del divorcio de sus padres aún no ha asumido este. A través del libro vamos viendo como era la relación de ellos antes de eso, muy unidos, casi como dos amigos que se van necesitando y la marcha de él afecta a Hadley hasta el punto de que siente que su padre la ha abandonado para crear una nueva familia. Nada mas lejos de la realidad, porque es ella la que ha apartado a su padre.
También nos presenta a Oliver, el contrapunto de Hadley. Un chico del poco sabemos hasta el final. Se conocen en el aeropuerto, en el momento que ella pierde el primero avión y tiene que esperar al segundo. Pasan esas horas juntos y ¡coincidencia! se sientan uno al lado de otro.
El personaje de Hadley es aburrido hasta la saciedad, el libro se me ha hecho largo y eso que solo tiene 268 páginas, pero me ha costado 5 días leerlo. Es Oliver quien le da al libro un poco de vidilla, ya que su carácter está entre la subrealidad y la ironía. Es en las conversaciones entre ellos dos donde el libro levanta un poco el vuelvo, pero vuelve enseguida a bajar en cuanto Oliver se calla.
Precisamente fue la portada la que me atrajo desde el primer momento, me parece preciosa (quitando el corazón que los rodea, eso sobra), pero el blanco y negro, las letras, la foto, me encantan.
¿Me ha gustado? No puedo decir que no, pero tampoco que si, es un libro que si me preguntan si lo recomiendo diré: "Psss si quieres..."
¿Desde cuándo son puntuales los aviones a la hora de despegar?Hadley ha llegado cuatro minutos tarde, lo que, bien pensado, no parece mucho; una pausa para la publicidad, el descanso entre dos clases, el tiempo que lleva calentar un plato precocinado en el microondas. Cuatro minutos no son nada.Cierra los ojos solo un instante y, cuando los vuelve a abrir, el avión ha desaparecido.Hoy debería ser uno de los peores días en los diecisiete años de la vida de Hadley Sullivan: ha perdido su vuelo por cuatro minutos y ahora está atrapada en el aeropuerto JFK de Nueva York. Llega tarde a la segunda boda de su padre, que se celebrará en Londres, con una mujer a la que Hadley ni siquiera conoce y que pronto se convertirá en su madrastra. Pero entonces conoce al chico perfecto en la atestada sala de espera del aeropuerto. Su nombre es Oliver, es británico y su asiento es el 18C. El de Hadley, el 18 A.Los caprichos del destino y las casualidades de la vida son el motor de esta conmovedora novela sobre lazos familiares, segundas oportunidades y primeros amores.Desarrollada a lo largo de 24 horas, la historia de Hadley y Oliver nos convence de que el amor verdadero puede aparecer en nuestras vidas cuando menos lo esperamos.