Una investigación realizada por el
Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Arizona, Tucson, identifico un mecanismo que explica por qué las mujeres pueden
ser más vulnerables que los hombres a desarrollar dolor en general y específicamente
el dolor causado por los opioides. Siempre se ha entendido que las mujeres
experimentan algunos tipos de dolor que ocurren sin lesión más que los hombres.
Las razones de esto nunca se entendieron claramente. Una posible explicación fue
las diferencias en las células y los nervios que envían señales de dolor al cerebro
en mujeres y hombres pero la investigación encontró que la verdadera causa es la
neurohormona Prolactina. Los hallazgos sugieren que las terapias para el manejo
del dolor dirigidas al sistema de la prolactina beneficiarían en gran medida a
las mujeres que sufren de síndromes funcionales de dolor, como las migrañas, la
fibromialgia y el síndrome del intestino irritable. Este dolor está asociado
con eventos desencadenantes y el más importante es el estrés que libera
prolactina y esta promueve el dolor en las mujeres. Los fármacos agonistas del
receptor de dopamina D-2 como la cabergolina que limitan la liberación de
prolactina, posiblemente en combinación con otras clases de medicamentos,
pueden ayudar a tratar esas condiciones de dolor en las mujeres de manera más
efectiva sin las propiedades adictivas de los opioides.
Revista Salud y Bienestar
Una investigación realizada por el
Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Arizona, Tucson, identifico un mecanismo que explica por qué las mujeres pueden
ser más vulnerables que los hombres a desarrollar dolor en general y específicamente
el dolor causado por los opioides. Siempre se ha entendido que las mujeres
experimentan algunos tipos de dolor que ocurren sin lesión más que los hombres.
Las razones de esto nunca se entendieron claramente. Una posible explicación fue
las diferencias en las células y los nervios que envían señales de dolor al cerebro
en mujeres y hombres pero la investigación encontró que la verdadera causa es la
neurohormona Prolactina. Los hallazgos sugieren que las terapias para el manejo
del dolor dirigidas al sistema de la prolactina beneficiarían en gran medida a
las mujeres que sufren de síndromes funcionales de dolor, como las migrañas, la
fibromialgia y el síndrome del intestino irritable. Este dolor está asociado
con eventos desencadenantes y el más importante es el estrés que libera
prolactina y esta promueve el dolor en las mujeres. Los fármacos agonistas del
receptor de dopamina D-2 como la cabergolina que limitan la liberación de
prolactina, posiblemente en combinación con otras clases de medicamentos,
pueden ayudar a tratar esas condiciones de dolor en las mujeres de manera más
efectiva sin las propiedades adictivas de los opioides.
