“la arquitectura se camina, se recorre y no es de manera alguna, como ciertas enseñanzas, esa ilusión totalmente gráfica organizada alrededor de un punto central abstracto que pretende ser el hombre, un hombre quimérico munido de un ojo de mosca y cuya visión sería simultáneamente circular. Este hombre no existe, y es por esa confusión que le período clásico estimuló el naufragio de la arquitectura” (1)
Para Le Corbusier, el desplazamiento configura el orden de la arquitectura. El ojo y la luz son referencias generadoras de sus diseños, forman parte indispensable de su “promenade architecturale”, propone una actitud contrastante con la visión estática de la perspectiva clásica.
En la Casa Curutchet esta intencionalidad dinámica, inducida por el diseño, genera imágenes yuxtapuestas, secuenciales, de una amplia riqueza visual. La idea de movimiento pregonada por los máximos actores de la arquitectura moderna, sugerida por la imagen fragmentada que produce viajar en los medios mecánicos que admiraban, adquiere aquí una de sus máximas expresiones.
En la antigüedad clásica, los griegos trazaban caminos en pendiente que conducían a sus edificios, quebrándolos en forma zigzagueante para proporcionar distintos ángulos a la vista del espectador. La promenade Corbusierana conduce la visión a realizar esos giros, impone un paseo ligado a una visión cinematográfica, traza un itinerario escenográfico.
A diferencia de la escalera, la rampa otorga una variación dinámica del ángulo de visión, una dinámica que rompe la imagen de la perspectiva tradicional y la remplaza por una composición de planos superpuestos. El recorrido a través de la rampa produce alteraciones en la profundidad, la distancia y la altura en forma constante.
En la casa Curutchet, la rampa es el eje de la composición. Articula las dos funciones principales, la vivienda y el consultorio, y es el conector entre estas y la calle. Da continuidad a la vereda en el interior del lote, generando una situación urbana atípica, permite la vivencia dinámica de la casa, va revelando su arquitectura gradualmente, otorga una visión donde se perciben variaciones de luces y sombras en todo su recorrido.
El pórtico de acceso a la casa es el elemento liminar de la promenade. A partir de este elemento, el recorrido va configurando la arquitectura de la casa, articulada en la secuencia de elementos plásticos desplegados durante el trayecto. A medida que avanzamos, varía la intensidad de la luz y con ella la percepción de los planos de visión. Pilotis, planos horizontales, planos verticales ciegos y transparentes son parte de imágenes que se superponen y se modifican constantemente.
Al llegar al descanso de la rampa y girar hacia el volumen de los consultorios, una nueva escenografía se presenta ante el espectador. El recorrido del segundo tramo brinda un paisaje desconocido, donde muros, aristas y pilotis son iluminados con otra intensidad y vistos desde otro ángulo, generando una sensación de novedad que continúa hasta el final del tramo.
El árbol que domina el patio es otro elemento que jerarquiza el trayecto. Sus ramas tamizan la luz solar, con una intensidad variable según el momento del día, nutriendo el espacio exterior de infinitos rayos de luz que se filtran entre las hojas. Esta sensación de lluvia lumínica se modifica en cada estación del año, haciendo más variable aún la percepción del espacio en el transcurso del tiempo.
La circulación horizontal de los consultorios vuelve a cambiar los parámetros conocidos en el recorrido a través de la rampa, una nueva perspectiva es ahora acompañada de otros matices, donde la tonalidad de luces y sombras vuelve a variar. Aparece una nueva imagen de la arquitectura de la casa.
El paseo a través de la rampa no atraviesa el vacío, sino el espacio. La rampa recorre los espacios generados por el diseño, la multiplicidad de visiones que otorga la “promenade architecturale” es de una riqueza pocas veces lograda. Las tensiones que surgen en su recorrido enriquecen la idea motriz pregonada por Le Corbusier en sus obras, un compendio de variaciones sensoriales impuestas por la arquitectura.
(1) Le Corbusier, Mensaje a los estudiantes de arquitectura, ediciones Infinito, 2008, pág. 32
Marcelo Gardinetti, enero de 2012
Fotografía: ©Marcelo Gardinetti
TECNNE | Arquitectura y contextos
English versión
THE IMPOSITION OF CINEMATOGRAPHIC TOUR
“the architecture is walked, is traversed and is not in any way, as certain teachings, this illusion totally graphical organized around a central point abstract purporting to be the man, a chimaeric, armed with a fly’s eye and whose vision would circulate simultaneously. This man does not exist, and it is for that confusion that classical period stimulated the shipwreck of architecture “(1)
For Le Corbusier, the movement configures the order of architecture. The eye and the light are generating reference designs, form an indispensable part of its “promenade architecturale” proposes an attitude contrasts with the static view of the classic perspective.
In the Curutchet House, this intentionality dynamics induced by the design, generates images juxtaposed, sequential, with a wide visual richness. The idea of movement trumpeted by top actors of modern architecture, suggested by the fragmented image that produces travel admired mechanical means, here takes on one of his maxims expressions.
In classical antiquity, the Greeks drew sloping paths, leading to their buildings, breaking them in a zigzag manner to provide different angles to the eye of the beholder. The promenade of Le Corbusier, leads the vision to realize these twists, imposes a walk linked to a cinematic vision, traces a scenic itinerary.
Unlike the the stairs, the ramp grants a dynamic variation of the angle of vision, a dynamic that breaks the traditional perspective image and replaces it with a composition of overlapping planes. The route through the ramp produces alterations in the depththe distance and the height steadily.
In the house Curutchet, the ramp is the axis of the composition. Articulates the two main functions, the housing and the office, and is the connector between them and the street. Gives continuity to the sidewalk inside of the lot, generates an atypical urban situation, allows the dynamic experience of the house, its architecture is revealed gradually, provides a vision, where they are perceived variations of light and shadow in all their route.
The access portico to the house is the liminar element of the promenade. Starting from this element the configure tour, the architecture of the home, articulated, in sequence, of plastic elements deployed in transit. As we move forward, vary the intensity of light and with it the perception of vision plans. Pilotis, horizontal planes, vertical planes blind and transparent, are part of images that are superposed and are constantly changing.
Arriving in the middle of the ramp and rotate to the volume of surgeries, a new set design is presented to the viewer. The route of the second section provides an unfamiliar landscape, where walls, edges and pilotis are illuminated with another intensity and viewed from another anglegenerating a sense of novelty that continues until the end of the stretch.
The tree, which dominates the patio is another element which gives hierarchy the ride. Its branches sift the sunlight, with varying intensity depending on the time of day, nourishing outer space, of infinite rays of light that filtered through the leaves. This sensation of light rain is modified every season, making yet more variable the perception of space in the passage of time.
The horizontal circulation in clinics, again change the parameters known in the journey through the ramp, a new perspective is now be accompanied by other nuances, where the tonality of light and shadow again vary. Appears a new picture of the architecture of the house.
The ride through the ramp does not cross a vacuum but space. The ramp, walking spaces, generated by the design, the multiplicity of views that provides the “promenade architecturale” is a wealth unattained. The tensions that arise in its route enrich the motivating idea trumpeted by Le Corbusier in his works, a collection of sensory changes, imposed by the architecture.
(1) Le Corbusier, Mensaje a los estudiantes de arquitectura, ediciones Infinito, 2008, pág. 32
Marcelo Gardinetti, enero de 2012
Fotografía: ©Marcelo Gardinetti
TECNNE | Arquitectura y contextos