Hace seis años, Shiri Pagliuso de Newton, Massachusetts preguntó a su padre si era verdad que Israel torturó y asesinó a mujeres activistas en el movimiento de resistencia palestino.
MIRIAM F. ELMAN. Shiri había obtenido la información de un libro de texto titulado Cuaderno de Estudios del Mundo Árabe, un ejemplar de 540 páginas plagado de un sesgo descarado basado en un informe del Comité Judío Estadounidense (AJC, por sus siglas en inglés).
En 2011, su padre – Tony Pagliuso contactó a la maestra de su hija, quien encabezaba el departamento de historia de la preparatoria, al director de la escuela, y a los supervisores – todos respondieron que el libro de texto era esencial para desarrollar el pensamiento crítico y lo elogiaron por ofrecer una “perspectiva equilibrada” y un “punto de vista árabe”.
Al verse acosado, Pagliuso decidió exponer la magnitud del problema. Con el tiempo formó un grupo de padres y residentes de Newton dedicado a luchar contra la política de un distrito escolar escandalosamente hostil.
El grupo luchó para que el personal de la escuela reconociera sus preocupaciones, incorporara el currículo requerido por la ley, y retirara del currículo el Cuaderno de Estudios Mundiales Árabes y otros materiales inadecuados.
Un nuevo estudio de CAMERA (Comité por la Exactitud de la información sobre Oriente Medio en Estados Unidos), realizado por Steven Stotsky describe meticulosamente cómo estos materiales – muchos con escaso valor académico – penetraron en el sistema de escuelas públicas de Newton, Massachusetts.
La monografía titulada “Indoctrinating Our Youth: How a U.S. Public School Curriculum Skews the Arab-Israeli Conflict and Islam” (“Adoctrinando a Nuestra Juventud: Cómo un Currículo de una Escuela Pública Estadounidense Distorsiona el Conflicto Árabe-israelí y el Islam”), es un análisis de la polémica en torno al currículo de Newton.
El libro incluye una evaluación de los materiales del curso de Historia Universal, que el distrito escolar se vio obligado a revelar en 2014 a través de una orden judicial.
Las fotocopias de mapas propagandísticos producidos por la OLP, extraídos del Internet y utilizados por el distrito escolar difunden falsedades sobre el “robo” israelí de “tierra palestina”. Otros capítulos de libros de texto y obsoletas fechas de Internet omiten información histórica y contextual como las ofertas de paz por parte de Israel y la retórica e incitación al odio que saturan el discurso palestino.
El currículo incluye una traducción radicalmente falsificada de la Carta de Hamas y un folleto que identifica a Tel Aviv como la capital de Israel y Jerusalén como la capital de Palestina. Muchos materiales pasan por alto temas polémicos.
El informe de Stotsky demuestra cómo se ocultaron los componentes religiosos del conflicto árabe-israelí, incluyendo el hecho de que para muchos árabes, el conflicto es una guerra santa, mientras los judíos son vistos como intrusos infieles en tierras islámicas sagradas.
El contenido del curso sobre historia islámica también minimiza las prácticas sociales negativas. Los textos engañosamente barnizados presentan a los conquistadores musulmanes como líderes tolerantes, ofrecen descripciones embellecidas del estatus de la mujer en muchas sociedades de mayoría musulmana, y omiten la inferioridad y la frecuentemente precaria situación de los no musulmanes bajo dominio islámico.
Stotsky relata cómo un libro de texto (El Islam Primitivo) afirma absurdamente que los gobernantes musulmanes han sido “especialmente liberales con los judíos y los cristianos”, como si realmente gozaran de igualdad de derechos y oportunidades sin discriminación alguna.
Adoctrinando a Nuestra Juventud es un análisis de los acontecimientos en Newton, y una dura crítica contra la administración de la escuela y un organismo electo poco cooperativo.
Los directores afirmaron repetidamente que “confiaban en sus maestros”. Sin embargo, no evaluaron adecuadamente los sesgos evidentes en el contenido del curso de historia, especialmente los materiales obtenidos de fuentes incompletas y no autorizadas de Internet y proporcionados gratuitamente por miembros del cuerpo docente afiliados al BDS en el Centro de Extensión de Medio Oriente de la Universidad de Harvard.
Esto me lleva a la perspectiva más desalentadora de CAMERA acerca de cómo la propaganda anti-Israel y pro-islamista se está abriendo camino en la educación superior y en las escuelas públicas de Estados Unidos.
El proceso comienza a menudo en los centros universitarios para Estudios Islámicos y de Oriente Medio financiados por el gobierno federal, muchos de los cuales también han sido generosamente apoyados por multimillonarios de Arabia Saudita y los países árabes del Golfo, a la vanguardia del movimiento anti-Israel que favorecen las perspectivas antioccidentales.
En Newton, según los documentos de Stotsky, el centro de Harvard tiene una gran influencia sobre los educadores de la preparatoria. Sin embargo, estas colaboraciones están bien establecidas en otros lugares, y en algunos casos, es probable que tengan un impacto desastroso en el currículo de las escuelas públicas.
¿Cuánta gente está consciente de que ahora la nueva estrategia del movimiento BDS es introducir contenido anti-Israel y pro-islamista en el currículo de las preparatorias de EE.UU.? Es difícil decirlo, pero la mayoría de las organizaciones judías estadounidenses aún no consideran el tema como algo muy preocupante.
El estudio es una advertencia de que este problema ya no puede ser ignorado. Lo que sucedió en Newton es terrible, pero en realidad es sólo otro ejemplo de una tendencia que ya está en marcha en las escuelas públicas, donde los estudiantes están cada vez más expuestos a libros de texto y lecturas complementarias que están inclinadas contra Israel.
Fuente: The Algemeiner / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico