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La prosa de segunda categoría de Tolkien

Publicado el 17 enero 2012 por Martikka
La prosa de segunda categoría de Tolkien
Recientemente se supo que J.R.R.Tolkien no ganó el Nobel por su "prosa de segunda categoría". O sea, que su literatura era de mala calidad.
Teniendo en cuenta que Hitler fue candidato al Nobel de la Paz y que Alfred Hitchcock no ganó ningún Oscar, leamos el siguiente fragmento:
LA CABALGATA DE LOS ROHIRRIM (fragmento)
Pero el rey, inmóvil, montado en Crinblanca, contemplaba la agonía de Minas Tirith, como si la angustia o el terror lo hubieran paralizado. Parecía encogido, acobardado de pronto por la edad. Hasta Merry se sentía abrumado por el peso insoportable del horror y la duda. El corazón le latía lentamente. El tiempo parecía haberse detenido en la incertidumbre. ¡Habían llegado demasiado tarde! ¡Demasiado tarde era peor que nunca! Acaso Théoden estuviera apunto de ceder, de dejar caer la vieja cabeza, dar media vuelta, y huir furtivamente a esconderse en las colinas.
Pero en ese mismo instante hubo un resplandor, como si un rayo hubiese salido de las entrañas mismas de la tierra, bajo la ciudad. Durante un segundo vieron la forma incandescente, enceguecedora y lejana en blanco y negro, y la torre mas alta resplandeció como una aguja rutilante; y un momento después, cuando volvió a cerrarse la oscuridad, un trueno ensordecedor y prolongado llegó desde los campos.
Como al conjuro de aquel ruido atronador, la figura encorvada del rey se enderezó súbitamente. Y otra vez se le vio en la montura alto y orgulloso; e irguiéndose sobre los estribos gritó, con una voz mas fuerte y clara que la que oyera jamás ningún mortal:
¡De pie, de pie, Jinetes de Théoden!
Un momento cruel se avecina: ¡fuego y matanza!
Trepidarán las lanzas, volarán en añicos los escudos,
¡un día de la espada, un día rojo, antes de que llegue el alba!
¡Galopad ahora, galopad! ¡A Gondor!
Y al decir esto, tomó un gran cuerno de las manos de Guthlaf, el portaestandarte, y lo sopló con tal fuerza que el cuerno se quebró. Y al instante se elevaron juntas las voces de todos los cuernos del ejército, y el sonido de los cuernos de Rohan en esa hora fue como una tempestad sobre la llanura y como un trueno en las montañas.
-¡Galopad ahora, galopad! ¡A Gondor!
De pronto, a una orden del rey, Crinblanca se lanzó hacia delante. Detrás de él, el estandarte flameaba al viento: un caballo blanco en un campo verde; pero Théoden ya se alejaba. En pos del rey galopaban los jinetes de la escolta, pero ninguno lograba darle alcance. Con ellos galopaba Éomer, y la crin blanca de la cimera del yelmo le flotaba al viento, y la vanguardia del primer éored rugía como un oleaje embravecido al estrellarse contra las rocas de la orilla, pero nadie era tan rápido como el rey Théoden. Galopaba con un furor demente, como si la fervorosa sangre guerrera de sus antepasados le corriera por las venas en un fuego nuevo; y transportado por Crinblanca parecía un dios de la antigüedad, el propio Orome el Grande, se hubiera dicho, en la batalla de Valar, cuando el mundo era joven. El escudo de oro resplandecía y centelleaba como una imagen del sol, y la hierba reverdecía alrededor de las patas del caballo. Pues llegaba la mañana, la mañana y un viento del mar; y ya se disipaban las tinieblas; y los hombres de Mordor gemían, y conocían el pánico, y huían y morían, y los cascos de la ira pasaban sobre ellos. Y de pronto los ejércitos de Rohan rompieron a cantar, y cantaban mientras mataban, pues el júbilo de la batalla estaba en todos ellos, y los sonidos de ese canto que era hermoso y terrible llegaron aun a la ciudad.
Fuente: http://www.clandlan.net/foros/index.php?/topic/18844-fragmentos-el-senor-de-los-anillos/
No es la excelsa escritura de Tolstoi, claro, pero la prosa comprende una gran variedad de formas y estilos, y a Tolkien no se le puede negar calidad, aunque quizás el jurado lo descartó por el género utilizado: el fantástico. No caben orcos ni elfos en el premio Nobel.
Tolkien creó una cosmogonía única y original de la que han bebido después muchos autores, creó un lenguaje propio y un mundo complejo que le reportó complicaciones a la hora de publicar (el paso de El Hobbit a ESDLA no fue bien recibido por los editores). En palabras del autor "una obra tan grande no puede ser perfecta", pero ha sido una obra que ha trascendido los años, que ha penetrado en el imaginario común y es aplaudida por millones de lectores. ¿Qué más se puede pedir a un escritor?
La prosa de Tolstói —decía Nabokov— late al ritmo de nuestro corazón”. Así pues, podríamos decir que la prosa de Tolkien late al ritmo del bosque de Lothlórien.
Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.
Siete para los Señores Enanos en casas de piedra.
Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.
Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.

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