Revista Opinión

La prostitución en la Edad Media.

Publicado el 16 noviembre 2013 por Spartako
La prostitución en la Edad Media.Hace poco leí la noticia de un manifiesto firmado por intelectuales franceses pidiendo la legalización de la prostitución. Sobre este tema existe una gran hipocresía en nuestra puritana sociedad occidental , y es que con frecuencia descubrimos que personas que la critican y que se presentan como de una gran rectitud moral resultan ser clientes de este tipo de servicio.
En ocasiones leemos que en una comunidad autónoma o en una gran ciudad se sacan leyes y ordenanzas para alejar la prostitución de ciertos lugares , poner multan a prostitutas y clientes, pero ningún poder político parece plantearse la idea de regular y legalizar la que se ha llamado la profesión mas vieja del mundo. Pues bien , hubo un tiempo en que aunque moralmente criticada era tolerada, se podía practicar en mancebías en cualquier localidad, se pagaban impuestos , tenían revisiones médicas y estaba totalmente regulada, esto ocurrió en la edad media.
Algunos obispos acusaban a los reyes de permitir la prostitución con la escusa de evitar males mayores , como la sodomía y la propia corte de los reinos tenían presencia de prostitutas , hasta tal punto que cuando el monarca castellano Sancho IV las expulsó de la corte ,salieron de ella hasta 5000 prostitutas a las que amenazó con coartarles el pecho si regresaban. Lo cierto es que la iglesia se beneficiaba a menudo de la prostitución alquilando los terrenos y lugares donde se ejercía, y no estaba mal visto que los propios clérigos asistieran al burdel dado que el celibato les impedía casarse y se consideraba normal los instintos sexuales de los sacerdotes, la doble moral hipócrita de la iglesia.
La prostitución en la Edad Media.Otros no eran tan drásticos, había quien fundaba hospitales donde acoger a las arrepentidas y enseñarles un oficio , o fundaciones que dotaban a las doncellas huérfanas para poder encontrar esposo y evitar así el prostituirse. Uno de los administradores de una de estas fundaciones , en Barcelona , Arnau Alberti, fue denunciado por una madre a la que requirió que para dotar a su hija primero tendría que acostarse con ella, esta y otras denuncias iguales fueron presentadas ante el juez contra dicho administrador que aprovechaba su puesto para satisfacer su lujuria con las niñas que solicitaban su ayuda.
En esta sociedad machista curiosamente la violación no era rechazada socialmente ni multada en muchos lugares, siempre que las victimas fueran mujeres consideradas deshonestas , en esta categoría se incluía a mujeres que permanecían mucho tiempo sin estar casadas o que salían mucho de casa. En algunos lugares como el sureste de Francia, incluso la victima de violación era castigada mandándola al prostíbulo hasta los 30 años, después podía salir y casarse reintegrándose a la sociedad, de manera que sufrían un castigo como si ellas no fuesen las victimas, algo parecido a lo que vemos en algunos países islámicos en la actualidad.
En el santoral católico contamos con alguna ex prostituta, como santa Afra, en el siglo XIV ,quien junto con sus sirvientas se prostituían en un burdel abierto por ella hasta su conversión al cristianismo. Los clientes protestaron y la denunciaron ante el prefecto romano. El suplicio de Afra , quien recordaba que Cristo aceptó a las prostitutas y que María Magdalena lavó sus pies con sus lagrimas, hizo que la iglesia añadiese su nombre al santoral.
La prostitución en la Edad Media.En cuanto a la moral fue evolucionando , en el siglo XIII se diferenciaba en las relaciones sexuales la “fornicación simple”, entre solteros , de la “fornicación cualificada” que incluía la homosexualidad, adulterio e incesto y que era castigada al contrario de la simple , siempre que fuese con mujeres solteras. Así las prostitutas aunque mal vistas socialmente se consideraba que tenían un lugar en la sociedad necesario, como señala Sonia Goggel en su ensayo La Prostitución en el Medioevo.
En los siglos siguientes con el despoblamiento producto de la peste, las guerras y epidemias se da mas valor al matrimonio con la intención de procrear, así es condenado la continencia, junto a la sodomía y la homosexualidad, y la prostitución ya se institucionaliza para proteger as las mujeres honestas de agresiones sexuales y que se centren en el matrimonio y procreación.
La prostitución estaba totalmente regulada , en cada ciudad donde existía una mancebía existían igualmente una normativa que regulaba su funcionamiento al mínimo detalle. El concejo nombraba a un “padre” de la mancebía que era el responsable de hacer cumplir la normativa, controla a las prostitutas , les proporciona ropa , les hace prestamos para establecer una dependencia económica, vela por la salud de los clientes, en este sentido la mancebía recibía la visita del cirujano , en algunos sitios una vez al mes , en otros y mas adelante una a la semana. Las prostitutas enfermas eran apartadas para no contagiar a los clientes de cualquier enfermedad que padecieran .
En las mancebías no se podían servir comidas ni bebidas , ni ser lugares donde se jugaba , pero muchos administradores ponían al lado algún local desde el que traer comida o bebida para los clientes con lo que redondeaban su negocio.La prostitución en la Edad Media.
En las mancebías se prohibía que acogiesen como prostitutas a mujeres casadas o cuyo padre viviese en esa localidad , para evitar escándalos , bajo penas de 10000 maravedíes y diez días de cárcel para el “padre” de la mancebía.
Por un lado existían las prostitutas que trabajaban de forma diaria en estos burdeles y mancebías como vemos, y también en tabernas , en los baños públicos y en las calles, y por otro lado existían las que lo hacían de forma ocasional y lo hacían en casas o palacios que alquilaban y donde cobraban precios mucho mayores , son lo que hoy llamaríamos prostitutas de lujo , que se libraban así de las ordenanzas y no pagaban impuestos y con frecuencia daban lugar a sonoros escándalos.
Entre las obligaciones de las prostitutas estaban la de no salir de la mancebía después del toque de oración. También llevaban determinadas prendas distintivas de su profesión o se les prohibían otras según los lugares, así en algunos sitios no podían llevar mantos, sombreros ni guantes,(solo mantillas amarillas sobre las sayas) , en otros faldas purpuras, cintas rojas en la cabeza, en Florencia tenían que llevar guantes y campanas en sus sombreros.
La prostitución en la Edad Media.También estaban regulados los días de cierre: los domingos y fiestas de guardar , la Cuaresma y las vigilias de fiestas importantes. En Salamanca al principio de la cuaresma eran sacadas las prostitutas y trasladadas al otro lado del río, y regresaban aclamadas por los estudiantes el segundo lunes después de Semana Santa. En Barcelona , según una ordenanza de 1373 había un periodo de abstinencia durante la Semana Santa, para que se cumpliese durante ese periodo las prostitutas eran confinadas en un monasterio.
Con el tiempo apareció la figura de los protectores, que son lo que hoy llamaríamos el chulo , que vivía a costa de la prostituta. Generalmente eran jóvenes al servicio de la justicia local que ejercían ese papel de control sobre las prostitutas , a pesar de que estaba prohibido y castigado con 100 azotes y 4 años de galeras la primera vez y 100 azotes y condena a galeras de por vida si reincidía. Así esta clase de protectores proliferaron gracias a la protección de la que gozaban por parte de algunos funcionarios reales hasta que se extinguió en 1570 de la mano de Felipe II.
Por último un problema no menor era el de la descendencia de las prostitutas, a este capitulo se dedica Alfonso X en “las Partidas” , donde se diferencia entre hijo legítimos e ilegítimos o naturales. “Legítimos” son tanto los tenidos dentro del matrimonio como los tenidos con una amante que es presentada públicamente como tal si después los padres se unen en matrimonio. Entre los “ilegítimos” también hay varias categorías: “fornecinos”, fruto de la relación con una parienta o monja; “espúreos”, el que tiene una amante pero con hombre distinto al que la protege; “notos”, los que son producto del adulterio pero viven en familia como reconocidos por el marido; y los “manzeres” , hijos de prostituta que se entrega a todos en el burdel y no se sabe por tanto quien es el padre.
La tacha social con la que cuentan los hijos ilegítimos hace que en muchos casos se dedique al ejercito para tratar de lavar su condición con hechos de armas heroicos. Lo cierto es que algunos bastardos llegaron a ser famosos y alcanzar altas cotas en la escala social, incluso reyes como Enrique II de Castilla o Juan I de Portugal, o importantes cargos eclesiásticos.
(Fuente: “Amor de pago” , Jose Luis Martin.
“la prostitución en el Medioevo” Jacques Rossiaud.)

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