Tiene 25 años aunque empezó a jugar a hockey hierba con 14. Quienes mejor la conocen dicen de ella que tiene mucho talento, derrocha simpatía y es muy exigente consigo misma. Con el Club de Campo de Madrid ha conseguido todos los títulos a nivel europeo de mejor portera en: la Copa de la Reina, y en los campeonatos de España y de Europa en hockey hierba y también en la modalidad de sala.
¿Qué es lo próximo? ¿Cambiarte de continente?
Siempre planeo los objetivos a corto plazo, así que lo siguiente es la Final Four y luchar para ser campeonas de liga. Los títulos a nivel personal van acompañados de los títulos a nivel colectivo, si el equipo no trabajase para estar en las finales de todas las competiciones no podría llegar a optar a esos títulos, aunque mi trabajo fuese el mismo. El hockey es un deporte de equipo.
¿Por qué empezaste a jugar a hockey?
Fue por influencia de mi hermano mayor, que ya jugaba desde hacía unos años. Cuando era pequeña tomaba clases de guitarra en el conservatorio pero cuando lo terminé seguí a unas chicas de clase que también jugaban. Veía que tanto mi hermano Alberto como ellas se lo pasaban genial así que lo probé. Desde entonces no ha habido un día sin hockey en mi vida.
Además de todos títulos individuales que ya has conseguido, ¿cuál ha sido hasta ahora tu mayor hito profesional con el Club de Campo?
La temporada 2013-2014 por ahora es la que recuerdo con más cariño. En esta temporada quedamos primeras en el campeonato de España y segundas de Europa en la modalidad de hockey sala. En hierba fuimos primeras de la liga regular, primeras de la Play Off y también primeras en la Copa de la Reina. Esta última es de la que tengo mejor recuerdo pues tres partidos seguidos acabaron en shoot-out (un penalty que se hace si el partido termina empate donde el portero juega un 1vs1 contra el jugador en 8 segundos). Jugar en casa, con todo el publico animando y ganar parando el último shoot-out fue indescriptible.
¿En qué ciudad has sentido un mayor apoyo de la aficción?
Durante la liga siempre suele haber gente viendo los partidos aunque cada vez son más. Pero en las finales… ¡todo cambia! La final en San Sebastián de la temporada 2012-2013 fue impresionante, todas las gradas del campo estaban repletas. También en la Copa de la Reina de la que anteriormente te he hablado.
Alcalá la Real, donde has vivido tus primeros 18 años de vida, viene marcada por la tradición en este deporte. La vecina Mónica Rueda fue olímpica, y esperemos verte a ti también en Brasil 2016. ¿Qué influencia crees que tiene el pueblo en ti, y qué parte de culpa tiene que tus dos hermanos jueguen también a hockey?
Alcalá es mi casa, es donde tengo a mi familia y el lugar a donde me gustaría volver en un futuro. Es también la grada con la que más cariño recuerdo, donde cada domingo venían la familia y los amigos a apoyarnos. Mi hermano Alberto es el “culpable” de que todos juguemos, si él no hubiera empezado igual no hubiéramos empezado ni mi hermano pequeño, Jose, ni yo.
Alberto ha sido mi entrenador para mi posición de portera durante el tiempo en que he estado en Alcalá, me ha enseñado a hablar dentro del campo, a comprender conceptos tácticos y a mejorar mi técnica individual. Es una de las bases de esta pirámide. Con Jose he aprendido a querer este deporte, es el único de los tres que desde que nació tiene un palo debajo del brazo y eso le ha hecho querer mucho este deporte, entregarse y luchar dentro del campo.
¿Qué sentiste cuando a los 15 años cruzaste España en autobús, sola, para llegar a Barcelona a reunirte con la selección?
¡Qué gran viaje aquel! Imagínate los nervios cuando tuve que decirle a mi madre que me habían convocado para la sub16 y que tenía que ir a Barcelona. Algo me decía que era casi imposible que no me dejase ir. Efectivamente, mi madre se tragó sus miedos y me compró el billete de autobús Granada-Barcelona. En ese momento empezó la odisea. Comprar un maleta, hacerla con los “por si acaso” de las madres, los “por si acaso” de uno mismo… aquel equipaje estaba lleno de ilusión, ganas y energía positiva.
También viajo con una segunda maleta enorme para guardar todo mi equipo deportivo, que es muy voluminoso. Imagínate: yo con 15 años, dos maletas y un viaje en autobús. Sin móvil ni whatssap que valgan. Paramos en todos los pueblos de la costa de Valencia y en cada parada yo me bajaba del autobús para estar pendiente de que mis bultos no se perdiesen. Si tenía que ir al baño lo hacía en milisegundos, no fuera a ser que el autobús arrancara sin mí. Solo el hecho de llegar a Barcelona ya era para estar contenta, no había perdido nada y yo ya me sentía capaz de ir al fin del mundo.
El salón de tu casa se convertía en zona de juego peligrosa donde tú siempre eras la que parabas las pelotas, peluches o cualquier otro objeto que Alberto y Jose te lanzaran. Estoy convencida de que esto también te ha influido a pesar de haber roto una tele en el camino pero, si no fueras portera, ¿en qué otra posición jugarías?
Pues me gustaría jugar de delantera. Parece contradictorio, de parar goles a marcarlos, pero me parece una posición donde se tiene que tener la bola muy controlada en todo momento y que es decisiva en el marcador de un partido.
- Una manía antes de entrar al campo. Soy muy ordenada y siempre me pongo las guardas en el mismo orden. Nunca juego un partido con una camiseta con la que no haya entrenado antes.
- ¿Qué países has visitado gracias al hockey? Holanda, Alemania, Bélgica, Inglaterra, Francia, Lituania, Irlanda, Sudafrica, Estados Unidos.
- Un lugar para perderse. En el campo, en la montaña, al aire libre.
- Nunca te encontraríamos en… la playa no es un sitio donde me encuentres de manera voluntaria.
- Un libro que te haya marcado. “Rafa, mi historia” sobre las memorias de Rafa Nadal. Me gustó mucho leer el proceso por el que pasamos los deportistas (sin ser del todo conscientes) sobre marcar prioridades en tu vida, con tus amigos, sobre la dedicación profesional, la sensación de derrota…
- ¿Una deportista profesional tiene tiempo para hobbies? A mí personalmente me gusta mucho el cine y le dedico parte del tiempo libre.
- Cuando a un portero le meten gol, “da el cante” pero… ¡confiesa! Tú has cantado fuera del campo.
La primera vez que me subí a un escenario fue con el grupo punk de mis amigas Odd Pumpkins. Otra vez también canté y toqué Wonderwall de Oasis con la guitarra, por cierto en el mismo sitio. Otra vez acompañé a Paco Moreno en el bar musical Casablanca, donde canté dos canciones de Quique Gonzalez. ¡La verdad que me gusta más cantar que dar el cante en el campo!
[Al cierre de esta edición me llega la noticia de que hoy ha vuelto a ganar. Con la victoria de hoy, su equipo se alza campeón de la liga regular española de división de honor femenina. Que nadie las pare, que María las pare todas.]
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