La publicidad de Gómez

No sé si la llegada a la política con mayúsculas supone un delirio de grandeza para nuestros representantes públicos, pero es evidente que tanto Gallardón como Gómez, tienen en común haber acometido reformas más o menos faraónicas, uno en el Ayuntamiento, otro en la sede del partido, dudosamente compatibles con la austeridad que se nos exige al resto de la ciudadanía. PSOE es una marca comercial, como ZP, que caló hondo en el púbico y sirvió al leonés errante a camuflar bajo el “brand” los errores, especialmente económicos, del día a día. A Gómez le salen las cuentas mal con Esperanza y la sede es otra forma de publicitar la imagen del partido: Si gana, la idea habrá merecido la pena y si pierde, sus propios compañeros de partido oficiarán el funeral, tras haberse enfrentado a Zapatero, obligándolo a unas primarias que vendió como ejercicio democrático de la formación como si tal cosa.

D. Tomás tiene carisma de líder, a diferencia de D. Mariano, el del puro, pero le falta llegar a la altura de la Sra. Aguirre, que movió la silla al amigo Rajoy en más de una ocasión. y entonces, Gómez lleva las de perder. Parla no es Madrid y viceversa; solo el abandono del líder tras las generales, daría tiempo a la recuperación del candidato socialista; de otro modo, los días de gloria, pronto verán su fin, César.