Villafranca del Bierzo, impregnada de su pasado e imbuida de un misticismo a caballo entre lo empíreo y lo terrenal. Parada de nobles, poetas, peregrinos… y hoy en día, rincón enoturístico que junto con los Valtuilles — el de Arriba y el de Abajo — y Cacabelos conforman la ‘zona noble’ del viñedo berciano.
Capital de la ‘Provincia del Vierzo’ allá por el Trienio Liberal. Villa de creyentes, al menos aparentemente, con sus tres iglesias, la Santa Colegiata y cinco conventos para una población que ronda los 3.500 habitantes. Es titular de su propio marquesado que llegó a estar en manos de la Casa de Alba, y goza de su propio castillo, construido en el s. XVI y hoy en día hogar de Cristobal Halfter, uno de los más destacados compositores de nuestro país.
Como parte del Camino de Santiago ‘la pequeña Compostela’ no se queda en un mero punto de paso. En la Iglesia de Santiago encontramos la mítica Puerta del Perdón, donde los peregrinos, que por motivos de salud no puedan continuar su camino, recibirán el jubileo.
Muy cerca encontramos el microhostal y restaurante que hace homenaje a su entorno. La Puerta del Perdón, con sus siete mágicas habitaciones, acoge a peregrinos y turistas. Herminio y Pilar, Salmantino y vallisoletana de nacimiento pero bercianos de corazón, se encargan de este acogedor rincón de construcción gallega, con sus preciosas galerías, pero con alma ibicenca. Un local de mente abierta y brazos cálidos que nos arroparán durante nuestra estancia en El Bierzo.