Laia Palau, Petrovic y Vesela. Foto: FIBA Europe.
Había jugado la noche anterior en Vilagarcía de Arousa ante el Extrugasa, pero Laia Palau (Barcelona, 1979) se presentó, la mañana siguiente, con cinco minutos de antelación a su cita con un estudiante de periodismo que preparaba un trabajo sobre el UB Barça, su club de entonces. La base estaba echaba polvo, pero respondió las preguntas del pipiolo con chispa, humor y sentido crítico. Laia Palau quería revalidar el título de Liga ante un Ros Casares con más recursos, ganar su primera Copa y era realista con la Euroliga: “Somos debutantes en el torneo y es muy difícil ser aspirantes. Jugar el playoff de octavos sería lo máximo”. Más de 12 años después de aquella conversación, tiene dos Euroligas: una con el Ros Casares (2012) y acaba de ganar otra con USK Praga, campeón por primera vez en su historia tras superar a UMMC Ekaterinburg (68-72).
Aunque parezca un cuento de hadas —“no me lo puedo creer. No estaba en el guión. Llegar a la Final Four ya era un logro”, relató, emocionada, Laia Palau—, el campeón se explica a partir de su trabajo silencioso. USK Praga eliminó en cuartos de final a Perfumerías Avenida, a Fenerbahçe en semifinales y a un club repleto de estrellas como UMMC Ekaterinburg en la final, por más que éste no pudiese contar con la lesionada Diana Taurasi. Siempre con Laia Palau marcando la pauta y dando ejemplo. De nuevo firmó números de jugadora que está por todos (tres puntos y otros tantos rebotes, cuatro recuperaciones y seis asistencias). La base siguió por el marcador del pabellón Sportovni Hala Kralovka cómo traían el trofeo, y se puso a bailar con sus compañeras. Se siente mejor que nunca. En El club de la mitjanit, de Catalunya Ràdio, matizó el anuncio de su retirada tras los Juegos Olímpicos de Río: “Si me encuentro bien, seguiré. Ya veremos. Aunque no tengo la intención de ser la [Elena] Tornikidou [lo hizo con 45 años]”.Un grupo generoso y humildeUSK Praga dispone de un grupo generoso y humilde como Laia Palau. Ahí está Vesela, clave en los primeros instantes y fría como el hielo para meter los dos tiros libres que sentenciar el partido y frustrar a un rival discontinuo que estuvo a punto de forzar la prórroga tras los constantes golpes de Gruda y los arrebatos finales de Candance Parker. Alba Torrens (1/6 en triples) y Silvia Domínguez no tuvieron su mejor día en una jórnada espléndida para la omnipresente Vaughn (18 puntos y 12 rebotes), MVP de la Final Four. O la hiperactividad y velocidad de Danielle Robinson (22 puntos y tres asistencias), imparable con astutos robos para generar canastas fáciles. O Petrovic, fina con los triples (2/3, por los 5/9 de su equipo y el 1/16 del rival). Vesela y Laia Palau también levantaron la Euroliga con el Ros Casares el curso 2011-2012, que empezó justo su actual entrenadora (fue cesada a los tres meses y su sustituto fue Roberto Íñiguez). Natalia Hejkova abría la palma de la mano indicando que ha ganado cinco veces el máximo trofeo continental. Como explica Fran Cortés en EnCancha.com, es la primera entrenadora que lo ha hecho con tres equipos diferentes, puesto que antes lo había hecho con Ruzomberok (1999 y 2000) y Spartak Moscow (2007 y 2008). “Ha sido el triunfo de un equipo humilde con mucha ilusión. Ha sido inesperado. No sentíamos la presión de ganar. No éramos mejores que los otros tres equipos de la Final Four”, reflexionó también en El club de la mitjanit. Pero lo fueron, en parte, gracias a ella (jugó 39 minutos) y a su puntualidad.