Revista Coaching
Hace unas horas escribí el siguiente texto: 19 de Enero de 2015. La Presidenta de la Junta de Andalucía está embarazada. Un periodista HOMBRE le pregunta si va a poder conciliar su cargo con la maternidad o si va a afectar alcalendarioelectoral. Es decir, si -como va a ser mamá- va a acomodar el proceso electoral a sus necesidades o si está capacitada para, a la vez, cuidar de su bebé y cumplir con su trabajo. Evidentemente, si en vez de presidentA fuera presidentE, el embarazo se consideraría una buena noticia, una anécdota en la carrera del buen señor o un motivo para entregarle un par de patucos para su futur@ hij@. Pero no, tenemos presidentA y, por ello, hemos de asegurarnos de que no va a priorizar su comodidad y-sobre todo- que va a ser CAPAZ. Cuando el género crea las dudas, mal futuro señoras y señores. Una nueva muestra de mi teoría de la ZANCADILLA DE CRISTAL. El embarazo ayer abrió muchos informativos; hoy queda destacado (de forma más o menos expresa) en las portadas de muchos periódicos; y es (y será) objeto de muchos debates y tertulias. Además, he recibido una multitud de mensajes PRIVADOS que me contaban las consecuencias laborales que ha tenido el ejercicio del derecho a la maternidad o me reprochaban mi sorpresa ante el tratamiento informativo del embarazo. Susana Díaz ha hecho visible las distancias abismales existentes entre la teoría, la IGUALDAD PREVISTA EN LAS NORMAS, y la práctica, la IGUALDAD REAL Y/O EFECTIVA. Pero ha hecho aún más: está demostrando que vamos a tardar muy mucho en salvar esas distancias, en alcanzar la IGUALDAD REAL, porque NOS FALTA CULTURA y EXPERIENCIA y NOS SOBRAN PREJUICIOS y ESTEREOTIPOS. Y me niego a aceptar -como justificación del revuelo mediático- el que la Sra. Díaz esté inmersa en un proceso electoral. Y me niego porque, entre otras muchas razones, se está prejuzgando la conducta posterior y las intenciones de esta señora (si adelantará las elecciones para que no le coincida con el parto, por ejemplo); se está cuestionando "a priori" su capacidad para conciliar;...... Y, más allá de la personalización, seguimos encontrándonos con la ZANCADILLA DE CRISTAL, cuestionando la capacidad de todas las "Susanas" para ejercer su derecho a la maternidad y su derecho al desarrollo profesional. Pero nadie se ha preguntado: ¿lo tiene/n fácil? Que el embarazo de una Presidenta autonómica abra un telediario es algo de lo que, sinceramente, espero que nos riamos dentro de unos años. Pero que se cuestione si una maternidad permite el ejercicio eficaz de una profesión espero que sea un hecho DEL QUE NOS AVERGONCEMOS más pronto que tarde.