Revista Salud y Bienestar
Un equipo de investigación de la
Universidad de Helsinki, el Hospital de la Universidad de Helsinki y el
Instituto de Genética Folkhälsan en Helsinki, Finlandia, identificó una nueva
mutación genética que altera la función de la criopirina y conduce a una inflamación
periódica de por vida de la córnea. Los pacientes que portan la mutación
también desarrollan opacidades corneales que comprometen la visión. El Equipo
reclutó pacientes afectados de siete familias y después de secuenciar las
regiones codificadoras de proteínas de todos los cromosomas encontraron que
todos compartían una mutación puntual idéntica en un gen llamado Dominio de
Unión de Nucleótidos, Familia de la Repetición Rica en Leucina, Dominio de
Pirina 3 (NLRP3), que codifica cryopyrin. El equipo confirmó mediante
secuenciación directa que la misma mutación estaba presente en todos los miembros
afectados de la familia y ausente en aquellos que tenían ojos sanos. La Queratoendotheliitis
fugax hereditaria como finalmente se denominó a esta enfermedad es el cuarto
síndrome periódico asociado a la criopirina. La mutación que subyace en la
queratoendotelitis fugax es una forma más leve del espectro en el que solo el
ojo es lo suficientemente sensible como para volverse sintomático, o la
activación defectuosa de la criopirina que está completamente restringida al
ojo. Hasta ahora, la queratoendotelitis fugax hereditaria solo se ha notificado
en familias de Finlandia pero ahora que el gen ha sido identificado, se cree
que la enfermedad también está presente en poblaciones con ancestros europeos, y
uno de cada 20,000 caucásicos puede estar predispuesto a desarrollarla. Por el
momento, no se conoce ningún tratamiento específico para la queratoendotelitis
fugax hereditaria. Los otros síndromes periódicos asociados a la criopirina han
respondido a fármacos que se dirigen a la interleucina-1-beta, un mediador
corriente de la cascada de la criopirina. El estudio, se publicó en la American Journal of Ophthalmology.