Las personas que tienen un particular interés en la química de los alimentos también desean conocer la composición química de las bebidas. En el caso de la cerveza, el proceso de fabricación tiene numerosos aspectos que llaman la atención y que vale la pena conocer. Al conocer en profundidad los distintos elementos que intervienen en la composición química de la cerveza podemos saber con un mayor índice de certeza si esta bebida puede ser buena para nosotros o no.
El ingrediente base con el que se realiza la cerveza es la cebada. Por medio de un sistema artificial la cebada que servirá para fabricar cerveza es germinada y tostada para que quede en forma de malta. Después de moler la malta esta debe ser cocinada a través de un proceso que lleva el nombre de brazaje. En este momento, los almidones presentes en la cebada serán transformados en azúcares. Aquí ya se obtiene un primer líquido.
El líquido resultante de las primeras etapas mencionadas es conocido con el nombre de mosto. Después de una cocción de alrededor de dos horas se le agrega el lúpulo (son los frutos de una planta trepadora). Es entonces cuando el mosto toma algo del aroma final de la cerveza. Después esta bebida será filtrada y se la somete a un proceso de enfriamiento rápido.
El paso final en la preparación de cerveza implica el agregado de levadura para que se produzca la fermentación. El subproducto de este proceso será alcohol y dióxido de carbono. Este líquido, ya sometido al proceso de fermentación, debe ser estacionado por alrededor de un mes para que alcance su punto justo de madurez (el líquido resultante en esta instancia ya se conoce como “cerveza”, aunque es una cerveza joven).