Revista Cultura y Ocio

La química de la muerte - Simon Beckett

Publicado el 19 agosto 2014 por Resi
Buenas!!!!

Hoy parece que va a hacer un día de verano, pero de verano de verdad!! Qué mucha Costa Brava, mucho sol pero... julio ha sido un mes de lluvia y más lluvias! Y agosto tampoco se presenta mucho mejor...! De momento para cambiar el chip, hoy vengo con una reseña que participa en el mes del thriller organizado por Laky!

La cosa es fácil... se trata de leer y reseñar durante este mes de agosto libros que compartan dicha temática! Y aquí voy con el primero :)

Compré el libro porque me pareció interesante la sinopsis y fue empezar y devorarlo! Evidentemente de la manera que soy yo... me faltó poco para comprar los dos que siguen a éste, y mucho será si no véis muy prontito sus reseñas!

Pero vamos al que nos atañe ahora mismo, que siempre me acabo desviando del tema (y no sabéis la de reseñas que tengo esperando a ser escritas!!)

SINOPSIS


La química de la muerte - Simon Beckett

La muerte deja siempre pistas y David Hunter, antropólogo forense, era el mejor en descubrirlas. Nadie como él era capaz de arrancar a los cadáveres sus secretos, en encontrar las claves que nadie más podía ver. Hasta que la tragedia golpeó su vida y le empujó a olvidarse de todo y buscar refugio en una pequeña comunidad rural. Pero el crimen no piensa dejarle tranquilo: cuando se desate el infierno en el pueblo, solo él podrá enfrentarse al asesino. «El cuerpo humano empieza a descomponerse cuatro minutos después de la muerte. Lo que hasta entonces era recipiente de vida atraviesa su última metamorfosis fagocitándose a sí mismo. Las células se disuelven. El tejido se vuelve líquido y después gas. Inanimado, el cuerpo se convierte en inmóvil festín para otros organismos. Primero las bacterias, después los insectos.»


MI OPINIÓN

Voy a empezar como hago siempre... por la portada! La verdad es que ni me agrada ni me desagrada pero sí es cierto que una vez leído el libro no acabo de entender muy bien su relación con el contenido ni tan siquiera con el título. 

Título que al inicio no me parecía muy llamativo pero que ahora entiendo y me parece adecuado ya que se refiere al proceso de descomposición que sufre el cuerpo minutos después de la muerte: cómo se disuelven las células, el tejido se vuelve líquido y luego gas, convirtiéndose en el recipiente para otros organismos (bacterias, moscas, gusanos...) ayudando así a determinar, por ejemplo, el tiempo que ha transcurrido desde la muerte.

La química de la muerte cuenta con unas 440 páginas divididas en 31 capítulos y un epílogo, los capítulos no son especialmente largos y en ellos se van alternando los diferentes escenarios que visitamos. La acción transcurre en el presente, Beckett en el segundo capítulo nos cuenta ya todo lo que tenemos que saber sobre el pasado del David, cómo y por qué tres años antes llegó a Manham, un pueblecito situado en el condado de Norfolk y sobretodo, qué pasó en su vida para que dejara su profesión de antropólogo forense en Londres para dedicarse a la medicina general en un sitio tan apartado.

He disfrutado de cómo el autor consigue que el ambiente se vaya volviendo cada vez más opresivo, es verdad que en los pueblos cuesta aceptar a los "nuevos", todo el mundo se conoce y cuando llega alguien "de fuera" se pueden tardar años en considerarlo de ahí (si es que eso llega a ocurrir) y siempre sobre esa persona pesará la etiqueta de foránea y evidentemente cuando se tiene que buscar al culpable de algo (y más si hablamos de asesinato/s) es mejor pensar que ha sido alguien que no pertenece a la comunidad, es más senzillo eso que no considerar que alguien a quién conocemos de toda la vida ha sido capaz de algo así. 

Así pues, es normal que nuestro protagonista que tan sólo lleva tres años en el pueblo sea considerado bajo sospecha junto a otras muchas personas, eso complicará su trabajo y más si conderamos que él trabaja como médico y pocas personas conocen su pasado. 

El libro está escrito en primera persona, es David Hunter quién nos cuenta la historia y a través de sus ojos y conocimientos vamos descubriendo las pistas que nos llevarán a resolver el puzzle que supone cada víctima y escenario del crimen, también vamos conociendo el pueblo donde vive y las relaciones que mantiene con sus vecinos. A pesar de ello, encontramos algún capítulo donde el narrador es omnisciente y se nos ofrece el punto de vista de las víctimas, qué hacen y qué piensan; esto soluciona el hecho de que Hunter no siempre está donde ocurre la acción y nos lleva a conocer algunos detalles antes que él y a poder disfrutar de cómo debe sacar sus propias conclusiones para llegar al mismo conocimiento que tenemos nosotros los lectores.

Respecto a los personajes debo decir que estos están bien perfilados, evidentemente acabamos conociendo muy bien a David Hunter, una persona que se nos hace muy cercana y que entendemos a lo que se enfrenta, tanto por su pasado como por lo que le ocurre en el presente, pero en general las personas con las que él tiene más relación están bien definidas, siempre nos queda un poco la sensación de que ocultan algo pero eso en el tipo de novela que nos ocupa es normal, además son bastante creíbles, sus actuaciones no son extrañas o sin sentido.

El autor utiliza un lenguaje cuidado, directo y no debemos tener miedo por encontrarnos con términos incomprensibles, la verdad es que es un libro -casi- para cualquier tipo de público y eso a veces es difícil cuando tratamos temática médica/forense, no es el caso de La química de la muerte, consigue transmitir lo que ocurre, las pruebas que se hacen y los procesos químicos de forma llana, sin suponernos un problema de incomprensión de términos.

Debo decir también, que es una novela apta para aquellas personas más sensibles que no quieren agobiarse con novelas llenas de detalles desagradables o macabros, no es el caso, creo que su autor ha sabido transmitir todo lo que quería de forma bastante elegante sin caer en detalles morbosos que a algunas personas les pueden tirar para atrás al conocer el trabajo de su protagonista.

Eso nos supone una serie de conocimientos que quedan en nuestra memoria una vez terminado el libro, es verdad que no es esa clase de información que acabaremos usando en una conversación informal pero son detalles que a mí siempre me han fascinado y me han atraído, me gusta entender aquellos procesos que le ocurren a nuestro cuerpo una vez lo abandonamos, no sé si es algo macabro pero a mí me llena de curiosidad y me hacen querer saber más.

Lo que más me ha enganchado del libro es la historia que nos cuenta y cómo la cuenta, realmente no hay mucho de original en su planteamiento: una víctima, un asesino, una forma de actuar, alguien que investiga, pero la forma en que lo cuenta, la rapidez con la que van ocurriendo las cosas porque pocos momentos de descansos nos deja Beckett, hace que avancemos por sus páginas de manera muy rápida, queriendo saber más y más y llegar por fin a descubrir quién está detrás de las muertes y claro, la historia se va complicando a medida que avanzamos, no hay tramas paralelas pero sí que vamos aventurando hipótesis sobre quién es la persona que buscamos.
Otro punto que nos hace querer seguir leyendo son algunas frases que el autor nos va dejando a lo largo de los capítulos, a modo de señuelos, por ejemplo: "más tarde me arrepentiría de no haber pensado en ello..." eso nos lleva a intentar descifrar porque nos deja esa pista casi al finalizar el capítulo y pensamos que igual si seguimos un poco más descubriremos algo importante... y seguimos claro! 

He disfrutado con la buena mezcla de diálogo y narración, Beckett no escatima detalles en sus descripciones: escenarios, crimen, personas, el pueblo... todo nos lo cuenta y gracias a ello vamos imaginando cada cosa, en ningún momento se nos hace pesado, al contrario, disfrutamos con los pequeños detalles que nos va dando.

Es una novela cuya tensión se mantiene a medida que avanzamos, ni siquiera al inicio flojea ya que nos adentramos rápidamente en el descubrimiento de la primera víctima y la acción sigue y sigue hasta que llegamos a su fin, un desenlace bastante inesperado y sorprendente. 


Para finalizar, una novela que me ha gustado mucho y que me ha mantenido enganchada a sus páginas consiguiendo que la terminara en menos de tres días. Creo que Beckett en esta primera novela protagonizada por su antropólogo forense David Hunter ha conseguido que queramos saber más sobre éste hombre marcado por su pasado pero también apasionado por su trabajo y por desentrañar aquellos procesos que en el cuerpo ocurren una vez la muerte se ha producido. No le he encontrado nada negativo, simplemente me he dejado arrastrar por la historia y por su ritmo rápido. 

Totalmente recomendable!



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