Un medicamento de quimioterapia común podría tener una herencia tóxica para los hijos y nietos de los sobrevivientes de cáncer, según indica una investigación dirigida por la Universidad Estatal de Washington.
En el estudio, los investigadores expusieron a un grupo de ratas macho jóvenes a ifosfamida durante tres días, imitando un curso de tratamiento que podría recibir un paciente adolescente con cáncer humano. Esas ratas luego fueron criadas con ratas hembra que no habían estado expuestas a la droga. La descendencia resultante se cruzó nuevamente con otro grupo de ratas no expuestas.
La descendencia de primera generación tuvo cierta exposición al fármaco de quimioterapia ya que el esperma de sus padres estuvo expuesto, pero los investigadores encontraron una mayor incidencia de la enfermedad no solo en la primera sino también en la segunda generación, que no tuvo exposición directa al fármaco. Si bien hubo algunas diferencias por generación y sexo, los problemas asociados incluyeron una mayor incidencia de enfermedades renales y testiculares, así como un inicio tardío de la pubertad y una ansiedad anormalmente baja, lo que indica una capacidad reducida para evaluar el riesgo.
Los investigadores también analizaron los epigenomas de las ratas, que son procesos moleculares que son independientes de la secuencia de ADN, pero que influyen en la expresión génica, incluida la activación o desactivación de genes. Investigaciones anteriores han demostrado que la exposición a tóxicos, particularmente durante el desarrollo, puede crear cambios epigenéticos que pueden transmitirse a través de los espermatozoides y los óvulos.
Los resultados del análisis de los investigadores mostraron cambios epigenéticos en dos generaciones relacionados con la exposición a la quimioterapia de las ratas expuestas originalmente. El hecho de que estos cambios pudieran verse en los nietos, que no tuvieron exposición directa al fármaco de quimioterapia, indica que los efectos negativos se transmitieron a través de la herencia epigenética.
Los hallazgos sugieren que si un paciente recibe quimioterapia y luego tiene hijos, sus nietos, e incluso bisnietos, pueden tener una mayor susceptibilidad a la enfermedad debido a la exposición a la quimioterapia de sus antepasados sin embargo estos hallazgos no deberían disuadir a los pacientes de cáncer de someterse a la quimioterapia, ya que puede ser un tratamiento muy eficaz. Los medicamentos de quimioterapia matan las células cancerosas y evitan que se multipliquen, pero tienen muchos efectos secundarios ya que afectan a todo el cuerpo, incluidos los sistemas reproductivos.
Dadas las implicaciones de este estudio, los investigadores recomiendan que los pacientes con cáncer que planean tener hijos más adelante tomen precauciones, como usar la crioconservación para congelar el esperma o los óvulos antes de someterse a la quimioterapia.
Los investigadores están trabajando actualmente en un estudio en humanos con antiguos pacientes adolescentes con cáncer para obtener más información sobre los efectos que tiene la exposición a la quimioterapia sobre la fertilidad y la susceptibilidad a la enfermedad más adelante en la vida.
Este estudio fue publicado en línea en iScience.