“Los almendros no han florecido del todo. Sonríe para que sigan floreciendo entre las mariposas de tus hoyuelos.” (Mahmud Darwish)
Hanami, el festival de los cerezos en flor en la primavera de Japón es mundialmente conocido. Como no tenemos la posibilidad de viajar hasta tan lejos – por ahora – os recomendamos este plan “low cost” para disfrutar de este maravilloso evento sin salir de Madrid.
Si hablamos de cerezos en flor en España a todos se nos viene a la mente el Valle del Jerte, pero ¿sabías que en el distrito de San Blas de Madrid hay un lugar con más de 20 hectáreas repletas de almendros con una flor muy parecida?
¿Cómo llegar? La Quinta de los Molinos está situada en la calle Alcalá, número 527, (justo en frente de dónde se graba el programa de tv “El Hormiguero”). La mejor forma de llegar es en metro (metro Suanzes), pero si eres de los que, como a nosotros, te pilla en la otra punta de Madrid y quieres llevarte el coche… hay bastantes zonas libres para aparcar andando un poco.
En esta gran extensión verde podemos ver varios tipos de árboles, pinos, olivos, eucaliptos… pero allí el rey es el almendro. Por eso nuestra recomendación es que lo visitéis en torno a mediados de Marzo, cuando florecen.
La Quinta de los Molinos no está realmente pensada para que puedas sentarte tranquilamente en un banco a admirar la belleza de este espectáculo, asique os aconsejamos que llevéis una toalla o algo parecido y que os sentéis relajadamente bajo cualquiera de los preciosos almendros.
A parte de esto podéis recorrer la Quinta de los Molinos por cualquiera de sus caminos de tierra o por el adoquinado que te lleva desde la entrada hasta la parte final del parque dónde se encuentra un pequeño estanque, dos molinos (que dan nombre al parque) y la Casa del Reloj.
Desde 1982 está abierta al público y sin duda es uno de los planes primaverales de Madrid que no podéis dejar escapar, ¡id rápido antes de que se marchiten las flores!
Aprovechad y poned en alerta los 5 sentidos ya que no sólo es una belleza a la vista, el parque huele de maravilla (olfato), hay gente tocando con guitarras (oído) y podéis improvisar un picnic (gusto). El del tacto podéis solucionarlo llevándoos a alguien a este espectacular sitio y recorrerlo de la mano, es un sitio muy romántico y bucólico.
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