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La quinta mujer - Henning Mankell

Publicado el 26 marzo 2011 por Esperanza Redondo Morales @esperedondo
La quinta mujer - Henning MankellTítulo original: Den femte kvinnan / traducción del sueco por Marina Torres
Edición: 1ª ed.
Publicación: Barcelona: Tusquets, 2009
Descripción física: 633 p., 19 cm.
ISBN: 978-84-8383-534-0
Serie: Colección Maxi / Serie Wallander; 6
CDU: 821.113.6-31"19"
Signatura: N MAN qui
Precio: 9,95 euros en la Casa del Libro
TODO UN DESCUBRIMIENTO
A estas alturas de la vida, supongo que quien más y quien menos ya habrá oído hablar del escritor sueco de novela negra Henning Mankell, y supongo que también incluso habrá leído algunas de sus novelas. Quisiera destacar esta en concreto, ya que fue gracias a ella como descubrí por pura casualidad a este autor, del que ahora soy admiradora.
Argumento y personajes
La historia comienza en 1983, cuando los componentes de un comando integrista islámico asesinan a cuatro monjas, en un convento en Argel, aparentemente por motivos políticos y racistas. La casualidad quiere que en ese mismo lugar se encuentre también una quinta mujer, concretamente una turista sueca, a la que igualmente deciden matar.
Poco tiempo después, muy lejos de allí, en la ciudad sueca de Ystad, desaparecen dos hombres que, a priori, no tienen ninguna relación entre ellos ni tampoco ningún motivo por el que pudieran ser odiados por alguien hasta el extremo de matarlos. Se trata, por un lado, de Holger Ericsson, de 80 años, que desde hace años se dedica a la observación de aves y también a escribir poemas sobre pájaros; y por otro, de Gösta Runfeld, amante de las orquídeas y dueño de una pequeña floristería. La policía comienza a trabajar para intentar localizar a los asesinos y en un principio creen que se trata de la misma persona en los dos casos, ya que los crímenes se han llevado a cabo con una minuciosidad y un sadismo bastante parecidos (una de las víctimas muere al caer en un foso en el que previamente se han clavado unas estacas; la otra, estrangulada y atada a un árbol); sin embargo, con cada pista que encuentran se van alejando de la teoría de que existe alguna relación entre estos dos hombres.
El protagonista de la novela, y principal encargado de llevar a cabo la investigación, es el veterano policía Kurt Wallander, al que le encanta su profesión; sigue al pie de la letra los métodos policiales, pero tiene tanta experiencia en este terreno que también se deja guiar mucho por su intuición y sus corazonadas. El autor nos lo presenta como una persona normal con sus virtudes y defectos, con vida propia y personas que lo rodean; Wallander es alguien que comete errores, que tiene sentimientos, que empieza a sufrir los primeros achaques de la edad, y que a veces incluso pierde las formas... Este personaje resulta completamente creíble, ya que no se trata del típico "poli duro".
A Wallander le acompaña todo su equipo, que le admira por su gran dedicación y por su forma de llevar a cabo las investigaciones policiales, directamente sobre el terreno en lugar de hacerlo desde el despacho. Debido a esta adicción a su trabajo, se nos presenta a Wallander como un auténtico desastre en su vida personal. Sin embargo, en el terreno laboral, Wallander es un perfecto conocedor de su profesión y su equipo está siempre disponible, a todas horas, para intentar resolver el caso y aportar cada uno su granito de arena. Se ve con claridad que prácticamente todos son policías por vocación, dispuestos a trabajar lo que haga falta (a pesar de sus situaciones personales y familiares, que en alguno de los casos es algo complicada) para ayudar a Wallander a resolver este caso. Aparecen también otros personajes secundarios, como la empleada que trabaja en la floristería de Runfeld, el padre, la ex mujer y la hija de Wallander, y varios más que van apareciendo a lo largo de la novela.
A todos estos personajes los iremos conociendo según avanzamos en la lectura, y con todos ellos coincido en que están bien definidos; como he dicho antes en el caso de Wallander, resultan totalmente creíbles y tienen sus motivaciones, su modo de ver las cosas, su situación personal y sus miedos. Es una de las cosas que más me suelen gustar cuando leo algo, que los personajes sean "de verdad".
El estilo y la trama
Por supuesto, no voy a desvelar nada de lo que sucede en la novela (me pone de los nervios que me destripen los libros y las películas, así que suelo intentar no hacer lo mismo), aunque sí os contaré aquí varias cosillas sobre la forma en la que se desarrollan los acontecimientos, y también sobre la forma en la que la novela está escrita. La única pega que podría encontrarle a esto es que no puedo comparar "La quinta mujer" con otras novelas de Mankell, así que no sé si es mejor o peor que las demás. Una de las cosas que más me ha gustado de la novela es la descripción del trabajo en equipo dentro de la comisaría. Wallander y el resto de policías se reúnen prácticamente cada día, llevan a cabo el reparto de las tareas e intentan aportar datos nuevos a la investigación; cada uno de los miembros de este equipo tiene algún aspecto en el que es especialista o destaca sobre los demás, y esto muchas veces es crucial para aportar nuevas pistas para la resolución del caso.
Sin embargo, cuando se aportan cosas nuevas, esto no sucede porque sí; con algunas novelas me ha pasado que los policías me parecían poco menos que súper hombres, o que averiguaban las cosas por ciencia infusa y de repente llegaban a alguna conclusión y yo me había perdido por el camino. No es el caso de esta novela; cada vez que se aporta un nuevo dato a la investigación, está perfectamente explicado y te queda perfectamente claro que los avances se deben a la colaboración de todo el equipo. Así es bastante más fácil seguir el hilo de la narración e incluso, si me apuras, llegar a las mismas conclusiones que la policía. En cuanto a la introducción de nuevos personajes, me ha dado la sensación de que cada uno aparece justo cuando tiene que aparecer (como Gandalf, que no llega pronto ni tarde, sino cuando se lo propone). Además, a pesar de que lo más lógico sea que no estemos familiarizados con el idioma sueco (al menos en mi caso), los personajes están tan bien descritos que en ningún momento llegarás a perderte ni a confundir los nombres de unos con los de otros.
Hay una nota del traductor que me llamó bastante la atención; se trata del hecho de que al parecer la costumbre mayoritaria en Suecia, al dirigirse a alguien, incluso personajes relevantes o gente mayor, es el tuteo. Al principio no me pareció que eso fuera importante, pero al ir avanzando en la lectura me di cuenta de que es algo que, si no me lo hubieran explicado, habría hecho que me sorprendiera al leer algunos de los diálogos de la novela. Además de la trama policiaca, el autor también hace un retrato de la sociedad sueca. A mí los suecos siempre me habían parecido gente fría y pacífica (es lo malo de los tópicos, supongo); sin embargo, el autor nos describe esta sociedad con una violencia bastante arraigada e incluso saca a relucir el tema de los malos tratos, tan de moda hoy día; y eso que "La quinta mujer" se escribió en 1996...
En cuanto al final, queda todo resuelto y bien resuelto; no queda nada sin explicar, ni nos quedamos con cara de tontos y con la sensación de "¿ya está?" ni de que el autor nos haya engañado.
Para terminar
La lectura de esta novela me ha resultado muy amena, y lo más importante, está bien escrita y me ha tenido con la intriga hasta el último momento. Y no ha sido por el hecho de dejarte a medias en un capítulo para que no puedas parar y tengas que leerte el siguiente; lo más curioso de todo es que prácticamente desde el principio ya sabes quién es el asesino. Lo que a partir de entonces te interesa descubrir son sus motivos, y las razones por las que se han cometido los crímenes de esa forma tan despiadada. Igual que Wallander y su equipo, al principio estás completamente desconcertado; y es precisamente eso lo que te anima a tener que seguir avanzando en la lectura.
Así es como conocí a Mankell, que hasta entonces era para mí un perfecto desconocido. A priori, una novela policiaca, de un autor sueco que no me sonaba de nada, con un montón de personajes cuyos nombres son parecidos a los artículos del catálogo de Ikea, creo que no me habría llamado la atención. Así que supongo que, de no haber llegado hasta mí de manera casual como lo hizo, no creo que hubiera llegado a leer este libro. Y desde luego tengo claro que me habría perdido una gran novela y, por supuesto, a un gran autor al que a raíz de esta novela he seguido leyendo con interés.

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